Lista más votada, ¿un brindis al sol?

ESPAÑA

Recuento de votos en las pasadas elecciones andaluzas
Recuento de votos en las pasadas elecciones andaluzas Salas | EFE

Los expertos estiman que la propuesta de Feijoo, que apoyan el 70 % de los ciudadanos según el CIS, es muy difícil que se plasme en el actual escenario

24 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La propuesta de que gobierne la lista más votada es recurrente en la política española. El último en retomarla ha sido Alberto Núñez Feijoo, que lo hizo en medio de la polémica por el pacto de gobierno del PP con Vox en Castilla y León. En la campaña andaluza pidió al PSOE que se abstuviera para dejar gobernar al partido que obtuviera más escaños. No hizo falta por la aplastante victoria por mayoría absoluta de Juanma Moreno Bonilla. El último barómetro del CIS sitúa, por primera vez, al PP en cabeza, por delante de los socialistas, al igual que todas las encuestas privadas, pero lejos de la mayoría absoluta. Según una reciente encuesta del CIS, el 70,1 % de los consultados están a favor de la propuesta. Sin embargo, los expertos consultados por La Voz consideran que en el actual escenario político es muy improbable que la medida salga adelante y, además, podría entrañar problemas para su implementación.

reforzar el bipartidismo

Razonable, pero inviable. «La propuesta no es nueva y ya la han lanzado varios políticos de distintos partidos en los últimos años», asegura Carlos Barrera. «Ahora la hace suya también Alberto Núñez Feijoo con un claro afán de tomar iniciativas que incomoden o hagan dudar al PSOE», añade. Dicho lo cual, «la propuesta es razonable, no disparatada, pero los intereses políticos de unos y otros la tornarán inviable». Además, «cambiar las normas electorales cuando se avistan en el horizonte comicios autonómicos, locales y generales no parece fácil».

Santiago Martínez. Consultor político. Asesor de candidatos en las elecciones presidenciales de Perú y Ecuador
Santiago Martínez. Consultor político. Asesor de candidatos en las elecciones presidenciales de Perú y Ecuador

Para Santiago Martínez, «todo sistema tiene sus pros y sus contras, y con esta medida se busca reforzar aún más el bipartidismo y dar más estabilidad política al sistema, pero en detrimento de la diversidad política». Verónica Fumanal afirma que «las propuestas políticas para ser creíbles tienen que ser serias e ir acompañadas de gestos». En su opinión, «el PP no puede hablar de la lista más votada si no ofrece un cambio político en Murcia, donde la lista más votada fue la del PSOE y donde el PP de Casado, gracias a romper el pacto antitransfuguismo hizo fracasar un gobierno alternativo; de lo contrario, son palabras vacías».

repercusIones

Vertebración territorial. Martínez cree que «abanderar esa medida sin ser consciente de las grandes repercusiones que tendría es preocupante, porque da la sensación de que solo preocupa la necesidad de llegar a un gobierno, sin ver que hay más problemas aparte de ese, como es la toma de decisiones en sede parlamentaria, o cómo queda afectada la representación territorial que el sistema actual ha logrado», señala. «Un simple cambio para facilitar la llegada de los partidos mayoritarios al gobierno podría tener consecuencias en la vertebración territorial del Estado a largo plazo si se cambia el sistema actual», sostiene.

Verónica Fumanal, politóloga. Fue directora de comunicación de Pedro Sánchez y asesora de Albert Rivera, presidenta de la Asociación de Comunicación Política
Verónica Fumanal, politóloga. Fue directora de comunicación de Pedro Sánchez y asesora de Albert Rivera, presidenta de la Asociación de Comunicación Política

«Sería un cambio de cultura política absoluto, se debería dejar de denostar al adversario por con quién pacta y dar importancia a lo que se pacta, romper la política de bloques, en definitiva, una maduración política hacia la centralidad que en estos momentos parece muy compleja», opina Fumanal.

los motivos

Feijoo se anticipa. Aunque la mayoría absoluta en Andalucía ha revolucionado el escenario político, todo indica que el PP necesitaría el apoyo de Vox para gobernar en algunas comunidades y ayuntamientos y posiblemente en las generales. Por ello, Martínez considera que la propuesta atiende a la necesidad de Feijoo de «anticiparse a los ataques que recibiría si pacta con Vox». «Así podrá decir que él planteó una medida para no depender de la extrema derecha a través de la lista más votada, pero que la izquierda no le dejó otra opción», concluye.

Las opciones: acuerdo tácito, cambio de la ley electoral, segunda vuelta o modelo griego

¿Cómo se acordaría que gobernara el partido más votado? ¿Haría falta cambiar la ley electoral o bastaría un acuerdo entre los dos grandes partidos, tácito o por escrito? Según Verónica Fumanal, «la reforma electoral es muy complicada por las mayorías que requiere, además de la modificación de la Constitución; se podría incorporar como un pacto no escrito entre fuerzas políticas mayoritarias».

Carlos Barrera, experto en comunicación electoral y profesor de Medios de Comunicación y Política en la España Reciente  (Universidad de Navarra),
Carlos Barrera, experto en comunicación electoral y profesor de Medios de Comunicación y Política en la España Reciente (Universidad de Navarra),

«Podría caber un acuerdo tácito, no escrito, como de hecho existió durante largos años en las generales», señala Barrera. «Ir más allá requeriría muchas negociaciones para las que me temo que no hay tiempo ni voluntad cierta», explica el profesor de Periodismo de la Universidad de Navarra. «Estamos en un sistema parlamentario de largo recorrido, y cualquier cambio, con tantos partidos compitiendo como existen ahora, se antoja muy complicado»», añade. «Un acuerdo solo entre PP y PSOE sería acusado, no sin razones, de ‘abuso de posición dominante' para volver al bipartidismo básico y clásico», concluye.

Segunda vuelta

Santiago Martínez estima que «de adoptarse el sistema de que gobierne la lista más votada habría que reformar de plano todo el sistema electoral y entonces encauzarlo hacia un sistema electoral de segunda vuelta como se hace en otros países». Barrera sostiene que «si no se producen al mismo tiempo cambios en el modo de elección de los diputados, un pacto de investidura basado en la lista más votada solo sería una especie de parche para desbloquear la designación de un presidente del gobierno». «Las negociaciones para sacar adelante las leyes en el Congreso serían como mínimo igualmente complejas, como hasta ahora», asegura.

Según Martínez, «el modelo griego (que prima con hasta 50 escaños más al partido más votado en las elecciones generales) no es la solución, puesto que acabaría desvirtuando aún más la necesidad de tener una cámara de representación que refleje la heterogeneidad territorial de un estado, como España».