Belarra destituye al secretario general del PCE, el principal apoyo de Yolanda Díaz

Miguel Ángel Alfonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

JUANJO MARTIN | EFE

El golpe de mano de la líder de Unidas Podemos resta espacio en el Ejecutivo a los comunistas tras las tensiones por las elecciones andaluzas del 19-J. Enrique Santiago será sustituido por Lilith Verstringe

22 jul 2022 . Actualizado a las 20:10 h.

Las réplicas por el terremoto provocado tras las pugnas por conformar una coalición de izquierdas para las elecciones andaluzas parecían aletargadas, pero este viernes llegaron al Gobierno. La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, forzó el cese de su secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, que será sustituido el próximo martes, en el Consejo de Ministros, por la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstringe.

Un movimiento que resta espacio a los comunistas del Ejecutivo y refuerza a los morados de cara a la recta final de la legislatura y en un momento en el que todas las confluencias del espacio de Unidas Podemos buscan ganar un buen puesto en la línea de salida de Sumar, el nuevo proyecto político que abandera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

La líder gallega se encontraba este viernes de viaje oficial en Estados Unidos y en Podemos no habían preparado el argumentario cuando se conoció la noticia, después de que el propio Santiago publicara su marcha de la secretaría de Estado en Twitter y, minutos después, rectificara y borrara el mensaje. Eso no evitó que la pólvora -y toda clase de especulaciones- corrieran. La liebre ya había saltado.

Desde el Ministerio de Derechos Sociales explicaban a los medios que los cambios, un día después de que el PSOE anunciara los nombres de su nuevo organigrama, responden a una remodelación para reforzar posiciones de cara al final de legislatura, «en los que se impulsarán proyectos clave como la nueva Ley de Familias que aspira a medidas como establecer una renta crianza o extender los permisos de maternidad a seis meses», apuntan.

A cambio, el líder del PCE -señalan fuentes cercanas a la dirección morada- ganará peso en el grupo parlamentario. Santiago ha llevado desde los tiempos de Pablo Iglesias en el Gobierno las riendas de la relación con los primeros espadas socialistas en la negociación de las iniciativas legislativas más delicadas. La última, la desarrolló codo con codo con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para alumbrar la Ley de Memoria Democrática. Ahora, explican, su labor se centrará al cien por cien en este tipo de cuestiones, con la siguiente parada en la derogación de la llamada ley mordaza. Pero ya no estará impregnado en la pátina de ser secretario de Estado.

Cuotas

A nadie se le escapa en el espacio morado que tras las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio Podemos ha eliminado a casi todos los cargos que el PCE ocupaba en la estructura gubernamental. Por cuestiones de cuotas, ya solo se mantiene en la cartera de Consumo a Alberto Garzón.

La jefa del gabinete del Ministerio de Igualdad, recién nombrada número dos del PCE, Amanda Meyer, fue cesada en plena campaña electoral andaluza tras perder la confianza de la ministra Irene Montero. Las conversaciones para alumbrar un pacto para el 19-J se enredaron de tal modo que el partido fundado por Pablo Iglesias quedó fuera del registro oficial de la marca Por Andalucía, aunque finalmente pudo concurrir desde fuera.

Izquierda Unida lideró la campaña electoral, tras imponer a su candidata, Inma Nieto, frente a la opción de Podemos, el guardia civil José Antonio Delgado. Y el resultado se saldó con un varapalo en las urnas y solo cinco parlamentarios autonómicos (en los anteriores comicios, junto a la confluencia de Teresa Rodríguez, habían cosechado 17). Un resultado que ha dejado cicatrices abiertas.

Santiago, por su parte, acababa de ser ratificado como secretario general del PCE hace tan solo dos semanas, con una ajustada mayoría (54%) y con corrientes cuestionando la presencia en el Ejecutivo de coalición por ahondar en una línea reformista y no revolucionaria.

Protestas contra la OTAN

También se había destacado por liderar las protestas contra la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, mientras en Podemos eran cada vez más conscientes de que se iban a tener que tragar el sapo, pese a sus quejas airadas, del aumento del gasto militar anunciado por Pedro Sánchez. «La ministra Ione Belarra ha decidido una reestructuración de su equipo del que ya no formaré parte. Quiero agradecer a Ione la confianza depositada en mí durante estos 16 meses en los que he dirigido la Secretaría de Estado», confesó en su cuenta de Twitter Santiago, esta vez con la noticia ya confirmada.

El dirigente comunista desembarcó en la secretaría de Estado en abril del 2021, en un momento convulso para Unidas Podemos tras la salida del Gobierno de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo y el ascenso de Ione Belarra al ministerio de Derechos Sociales. La líder de Podemos provenía precisamente del cargo que ocupará ahora Verstrynge.

Santiago también ha defendido públicamente la estrategia de apertura del espacio político liderado por Díaz y se ha convertido en uno de los máximos defensores de su proceso de escucha. Un hecho que evidencia el alejamiento del líder del PCE del núcleo de poder de Podemos. Apenas dos años antes, el exvicepresidente Iglesias y el diputado de IU mantuvieron durante tiempo una relación cercana e incluso su familia se alojó en la casa que este tiene en Asturias durante el verano de 2020.

Lilith Verstrynge: Una líder con pedigrí educada en la Sorbona

Durante toda su carrera política, Lilith Verstrynge (Madrid, 1993) ha cargado con el peso de su apellido. Su padre, Jorge Verstrynge, fue secretario general de Alianza Popular (el germen del PP) en los años 80, y posteriormente, se fue desplazando a posiciones cercanas a Podemos.

Lo cierto es que a sus 29 años, el ascenso de la nueva secretaria de Estado para la Agenda 2030 ha sido meteórico. Ya dio un salto de gigante en el organigrama de la formación morada en julio del año pasado, cuando fue nombrada por Ione Belarra secretaria de Organización del partido, la número tres tras Irene Montero.

Ella no reniega de su suerte y pregona que «la meritocracia es un mito», por ello, asegura, el objetivo de un Gobierno progresista «debe ser dar igualdad de oportunidades a todos». Cobrará en su nuevo puesto 123.000 euros brutos anuales.

A Verstringe el 15-M le pilló estudiando Historia, Ciencias Políticas y Estudios Europeos en París, en las prestigiosas Denis Diderot y La Soborna. Desde la capital gala empezó a tomar contacto con un incipiente Podemos, a través de la revista digital Dispara. Allí conoció integrantes de Juventud sin Futuro, uno de los colectivos que se sumaron al proyecto político que fundaron Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón en un teatro de Lavapiés en 2014.

Políglota, habla español, inglés, italiano, francés, portugués y algo de árabe, estudió un máster en Múnich y fue admitida en el legendario Instituto Republicano del Servicio Público de Francia, la academia donde se preparan a los futuros líderes del país y por la que han pasado cuatro de los ocho presidentes y nueve de los veintitrés primeros ministros de la V República, el último, Enmanuel Macron.

Círculos morados

Aunque se acercó, por curiosidad, a los círculos que los morados organizaron en París en aquellos días, no tenía claro si quería entrar en Podemos, pero llamó la atención de la eurodiputada Tania González, que le propuso realizar las prácticas de su máster en el Parlamento Europeo. Seis meses después le ofrecieron un puesto como asistente parlamentaria, su primer cargo en la formación.

Desde la III Asamblea de Podemos, en el 2020, Verstrynge pasó a formar parte del Consejo Ciudadano y se convirtió en responsable de Transición Ecológica del partido. Con la salida de Iglesias del Ejecutivo, fue incluida en la lista del exvicepresidente a las elecciones madrileñas de mayo de 2014, pero no obtuvo escaño.

Los que la conocen la destacan por su inteligencia, capacidad de esfuerzo, pero también por ser discreta y tímida. Belarra la elige, según señalan desde el ministerio de Derechos Sociales, para reforzar el perfil ecologista, internacionalista y feminista con el que la líder de Podemos quiere impregnar la acción de su partido en la recta final de legislatura. En un momento, además, en que las confluencias moradas buscan formar un frente amplio.