Los partidos del bipartito airean con frecuencia sus diferencias
06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Desde que Pedro Sánchez fue investido en enero del 2020, el Gobierno de coalición ha mutado, en numerosas ocasiones, en un Ejecutivo de colisión. Tanto PSOE como Unidas Podemos han aireado constantemente sus diferencias y convocado hasta cinco veces la comisión de seguimiento del pacto de coalición, el órgano con el que se dotaron para resolver sus diferencias.
Ley de Libertad Sexual
Irene Montero y Calvo. Aunque el entonces vicepresidente Pablo Iglesias reconoció que en Podemos tenían que «tragar sapos» en busca del bienestar común, los dos socios no tardaron en chocar. En febrero, las ministras Irene Montero y Carmen Calvo tuvieron un encontronazo por sus diferencias por la Ley de Libertades Sexuales. La lucha por abanderar el movimiento feminista provocó la convocatoria urgente de la primera y la segunda reunión de la comisión de seguimiento. Pero la tensión estalló cuando Iglesias insinuó que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, era un «machirulo» por dudar de la legalidad del texto.
Monarquía y calidad democrática
Iglesias y Sánchez, Belarra y Robles. La relación saltó por los aires cuando Juan Carlos I anunció su salida de España el 3 de agosto del 2020. En Podemos lo calificaron de «fuga». El PSOE cerraba filas con la Corona, Iglesias y Sánchez mantuvieron una «fuerte discusión». El primero inició una ofensiva para dudar de la «calidad democrática» de España. Reaccionaron ministras como la de Defensa, Margarita Robles, a la que respondió la entonces secretaria de Estado Ione Belarra (ahora ministra de Derechos Sociales) calificándola de «la favorita de Vox». Sánchez pidió a sus socios que «bajaran decibelios», mientras que Robles y Belarra iniciaron una enemistad personal que dura hoy.
Reforma laboral
Calviño y Díaz. El choque por la derogación de la reforma laboral tuvo su cénit el 22 de octubre, cuando Belarra convocó de urgencia al PSOE para otra reunión de la comisión. Los morados denunciaron «injerencias» de la ministra Nadia Calviño en las negociaciones.
macrogranjas, eléctricas
Garzón, Díaz, María Jesús Montero. A la polémica por las macrogranjas que provocó la desautorización del ministro Alberto Garzón se añade la disputa entre Díaz y María Jesús Montero por los impuestos a las eléctricas; la visita relámpago del emérito a Sanxenxo en mayo; y la Ley Audiovisual, la primera vez que Unidas Podemos no votó a favor de una norma propuesta en el Consejo de Ministros.
sáhara
Cambio de postura. El cambio de postura de Sánchez reconociendo la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara enfadó a Argelia y a Yolanda Díaz, quien se quejó de que no fue informada.
pegasus y ucrania
Espionaje y armas. La guerra en Ucrania terminó por partir al Ejecutivo, por el envío de armas a Kiev (que apoyó la propia Díaz), y por la promesa de Sánchez de elevar el gasto militar de España ante los aliados de la OTAN. Los socialistas esperaban capear el temporal, pero la vicepresidenta, molesta, convocó de urgencia otra comisión.. Antes, por le caso de espionaje, Podemos pidió la dimisión de Robles.,