Robles escenifica el «relevo continuista» en el CNI para aplacar la crisis interna por Pegasus

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, con la ministra de Defensa y Esperanza Casteleiro, su sustituta en el CNI
La exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, con la ministra de Defensa y Esperanza Casteleiro, su sustituta en el CNI Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Esperanza Casteleiro promete máxima transparencia y mejorar la seguridad tecnológica en su toma de posesión como directora de los servicios secretos

13 may 2022 . Actualizado a las 11:46 h.

Rebajar el tremendo enfado que ha cundido en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por el desenlace de la grave crisis del espionaje a través del programa Pegasus, que le ha costado el puesto a la directora Paz Esteban. No ya por las dudas que ha podido generar la conducta de los agentes españoles en el mundo de la inteligencia, que también, sino por la imagen de debilidad que ha transmitido la institución en estas tres últimas semanas.

«Una pérdida de confianza con efectos inimaginables en las relaciones con nuestros aliados», comentaba este jueves un interlocutor del centro en la toma de posesión de su nueva jefa, Esperanza Casteleiro, celebrada en la planta noble del Ministerio de Defensa.

Con este complejo escenario, y a escaso mes y medio de recibir a 30 jefes de Estado y presidentes en la cumbre de la OTAN de Madrid, el objetivo prioritario de Margarita Robles en el acto de este jueves era apaciguar los ánimos internos en el CNI y transmitir tranquilidad. «Es un relevo continuista pensando en España y poniendo el Estado de Derecho y la Constitución como marco de actuación. Nada va a cambiar», aseguró.

Fue un mensaje a los 3.000 hombres y mujeres que componen los servicios secretos, a los que Robles les dedicó honrosas palabras tras asistir «estupefactos» al desenlace de una crisis que ha castigado sobremanera la credibilidad del centro.

Para ello, la toma de posesión de Casteleiro estuvo medida al detalle. Estaban la cúpula militar al completo -a excepción del JEMAD Teodoro López Calderón, de viaje en París- y los principales responsables de la estructura operativa del CNI (mayoría de hombres). Y delante de ellos, en primera fila, la saliente Paz Esteban. Rictus serio en casi todo el acto hasta que llegó la foto de familia.

Cerrar la vía de agua

Sin embargo, la presencia de Paz Esteban respondió a dos cuestiones, según explicó un portavoz de Defensa: desmentir que se hubiera opuesto el pasado viernes a su salida y dar normalidad al relevo. Además, mostró su compromiso personal para cerrar cuanto antes la vía de agua abierta por Pegasus. «El pasado es el pasado, lo importante es la nueva directora», zanjó Esteban antes de abandonar la décima planta del ministerio rodeada de una cohorte de escoltas. Fue probablemente su última imagen pública antes de pasar a un segundo plano y regresar al centro como analista.

La propia Casteleiro, en su discurso de bienvenida, quiso agradecer el trabajo de Esteban en estos dos años y algunos meses al frente de La Casa. «Paz, compañera de tantos años y tantos caminos, gracias por tu esfuerzo y tu dedicación», le dedicó.

«Al servicio de un fin superior»

La nueva secretaria de Estado-directora del CNI, que antes de recalar en Defensa estuvo 35 años en el centro, primero como agente de campo -con destinos tan exóticos como Cuba o Panamá- y a partir de 2004 asumiendo la dirección de unidades, mandó varios mensajes a sus nuevos subordinados.

«Estamos al servicio de un fin superior, al servicio de los ciudadanos y de España», dijo tras exaltar la vocación de los espías y su lealtad a la seguridad del Estado. «Se requieren ahora nuevas orientaciones, máxima transparencia y alta capacitación tecnológica para asegurar las comunicaciones del conjunto de la sociedad», expuso Casteleiro en un anuncio de su línea de trabajo a partir de este viernes, cuando regrese a la sede de la institución en la primera salida de la carretera de A Coruña.

Esta madrileña -con raíces gallegas de 66 años, madre de tres hijos y cuyo padre, nacido en O Seixo (Mugardos) , fue coronel del Ejército del Aire- afronta el reto «con enorme ilusión, lealtad y sin aspiraciones». Una tarea, dirigir el CNI, que dice «conocer bien y entender los matices». «Vuelvo a mi casa. Si volviera a nacer no dudaría en repetir itinerario», afirmó a los presentes con emoción contenida.

Este relevo en la estructura de Defensa se produce solo dos días después de que el Gobierno destituyera a Esteban al frente del CNI. Lo hizo tras las presiones de los independentistas catalanes por el espionaje de los servicios secretos con Pegasus -18 dirigentes políticos, entre ellos el presidente Pere Aragonès- y el anuncio de Moncloa de la brecha en la seguridad de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de los ministros de Interior y Defensa, que ya investiga un juzgado de la Audiencia Nacional.

En el mismo acto de este jueves también tomaron posesión la nueva secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, y la subsecretaria del departamento, Adoración Mateos, nuevas números dos y tres de Robles, respectivamente. Ambas suben un puesto tras la salida de Casteleiro. «Se han caracterizado desde hace muchos años por su vocación de servicio a España. Con humildad, discreción, entrega y responsabilidad en un mundo en el que prima el individualismo», explicó la ministra, que cerró su intervención con pasión. «Esos que atacan a España que sepan que se van a encontrar un valladar en las Fuerzas Armadas y el CNI», adelantó. 

Los aliados del PSOE reprueban a la ministra de Defensa en el Parlamento de Cataluña

La Cámara catalana, con los votos de ERC, Junts y la CUP, aprobó ayer una moción que exige el cese de Margarita Robles. «Las declaraciones de la ministra de Defensa reconociendo y justificando el espionaje masivo a disidentes son impropias de una democracia plena», «consideramos imprescindible su dimisión», según el punto quinto del texto que votaron a favor las tres fuerzas independentistas y en el que En Comú Podem se abstuvo, mientras PSC, Vox, Ciudadanos y el PP votaron en contra.

Esquerra aumenta la presión sobre el Gobierno tras el cese la directora del CNI para que siga con la asunción de responsabilidades. En los últimos días, ERC había evitado pedir la cabeza de Margarita Robles. En la sesión de control al Gobierno catalán del pasado 27 de abril, Pere Aragonès pidió la dimisión de Robles. En la sesión del miércoles, en cambio, Aragonès no puso nombre y apellidos. Tampoco lo hizo Oriol Junqueras en una entrevista a El País el viernes pasado. Gabriel Rufián sí la señaló el miércoles como la «responsable» del espionaje. ERC aprieta hasta la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès que ya hace una semana desde que se emplazaron a verse pero no hay ni lugar ni fecha.

La moción aprobada por los grupos independentistas insta al Gobierno a modificar la «ley franquista» sobre secretos oficiales, pide «máxima información y transparencia, que se impulse una comisión de investigación en el Congreso y que se asuman responsabilidades».