La Junta Electoral regional deja a Podemos fuera de la coalición Por Andalucía

Xabier Garmendia MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Juan Antonio Delgado, diputado en el Congreso por Cádiz, ganó las primarias de Podemos en Andalucía con el 71 % de los apoyos, pero el candidato de la coalición Por Andalucía será Inmaculada Nieto, de IU.
Juan Antonio Delgado, diputado en el Congreso por Cádiz, ganó las primarias de Podemos en Andalucía con el 71 % de los apoyos, pero el candidato de la coalición Por Andalucía será Inmaculada Nieto, de IU. UNIDAS PODEMOS

Yolanda Díaz retrasa su proyecto político para después de los comicios del 19J

10 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que para Podemos es «el primer paso» en la articulación del anhelado frente amplio, para Yolanda Díaz es algo que «nada tiene que ver» con ese nuevo proyecto político que aspira a liderar. La exclusión de los morados de la coalición Por Andalucía, confirmada este lunes por la Junta Electoral de la comunidad y que puede ser recurrida en última instancia hasta el martes a medianoche ante la Junta Electoral Central, no solo confirma el traspié que supuso registrar la documentación fuera de plazo. La decisión también desbarata el que ha sido el primer ensayo para la reunificación del espacio a la izquierda del PSOE y avanza las dificultades que la vicepresidenta segunda del Gobierno tendrá para constituir su plataforma, la cual trata de desvincular del fiasco andaluz.

Fueron necesarios tres meses de arduas negociaciones para que la izquierda excepto Adelante Andalucía sellara un acuerdo que tapone la segregación del voto el 19J. Pero a los integrantes de la coalición les faltaron catorce minutos. La Junta Electoral andaluza apuntaló ayer el relato de los hechos, que acredita que la incorporación de Podemos y Alianza Verde a la candidatura no quedó formalizada hasta las 00.14 del pasado sábado, cuando el plazo había vencido a medianoche. Los morados alegaban que su solicitud se envió a las 23.57 del viernes, pero a esa hora se constituyó ante el registro una entente con solo cuatro miembros: Izquierda Unida, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

Los representantes de la alianza trataron de arreglar el embrollo con la presentación de un escrito de subsanación, en el que se amparaban en un «error material». Sin embargo, el organismo competente, consciente del precedente que habría sentado un aval de estas características en la jurisprudencia, rechaza esa tesis al observar como una modificación sustancial la incorporación fuera de plazo de dos partidos a una coalición formada por otros cuatro. Los afectados pueden recurrir ante la Junta Electoral Central, con sede en el Congreso, pero sus probabilidades de éxito son bastante reducidas.

Las formaciones coaligadas tratan de quitar hierro al error y subrayan que, más allá de las cuestiones administrativas, lo importante es el «acuerdo político» sellado. Pero lo cierto es que el endiablado escenario abre importantes interrogantes sobre la conformación de las listas, las cuotas de cada integrante y, algo nada baladí, el reparto de la financiación que recibirá en caso de obtener representación en el Parlamento regional. Por si fuera poco, ofrece una imagen que preocupa a sus propios promotores. «Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos», asumió Díaz. 

Distancia tras su implicación

La vicepresidenta segunda, principal baza electoral de Unidas Podemos, se ha topado en Andalucía con la cruda realidad. Su implicación la pasada semana fue clave para consumar el acuerdo de coalición y para que Podemos, con Pablo Iglesias maniobrando desde la sombra, cediera en su pretensión de imponer a su candidato, Juan Antonio Delgado. Finalmente, hubo un consenso en torno a Inmaculada Nieto, dirigente de IU muy próxima a Díaz, con la que se paseó abrazada por la Feria de Abril de Sevilla. Pero ahora el enredo sobre el registro de la candidatura ha abocado a la ministra a marcar distancias para ahorrarse el desgaste.

En ese marco, no fue casualidad que Díaz anunciara ayer que vuelve a retrasar el «proceso de escucha» con el que busca lanzar su proyecto. Si hace unas semanas sostenía que era cuestión de «días», ahora puntualiza que será después del 19J cuando empiece a «recorrer el país» en busca de ideas. Una estudiada cronología con la que trata de desentenderse ya del ensayo andaluz, al que los sondeos no conceden ninguna posibilidad de siquiera igualar los resultados del 2018, cuando logró 17 escaños. La participación de Díaz en la campaña es, de hecho, una de las principales incógnitas. En la de Castilla y León solo acudió a un acto en un pueblo de Valladolid.

La exclusión del partido de Belarra de la lista conjunta perjudicará a su financiación 

Una de las consecuencias de la exclusión de Podemos de la coalición Por Andalucía será de índole económica. Y además de dar a Izquierda Unida el control absoluto sobre la coalición, el anagrama de la formación de Ione Belarra no podrá figurar en la papeleta. En principio, no parece un gran problema ya que la coalición tiene el suyo propio. Asimismo, los candidatos de Podemos podrán formar parte de la candidatura a título de independientes, informa Héctor Barbotta.

Otra de las cuestiones son los gastos electorales, pues cuando un partido obtiene representación le son restituidos al presentar las facturas. Ahora no podrán estar a nombre de Podemos. Los problemas podrán surgir con la financiación que se obtenga del Parlamento. Pues los grupos parlamentarios reciben para su funcionamiento unos recursos que permiten, además de solventar los gastos propios, la contratación de asesores y el mantenimiento de sedes. Estos gastos que son controlados por el Tribunal de Cuentas, que impide un uso discrecional de esos recursos.

Podemos podrá colocar asesores en el grupo parlamentario, pero no podrá usar dinero del grupo para sus sedes. El acuerdo de coalición prevé un reparto de los recursos extraparlamentarios de los que a Podemos le correspondería un 60 %, y a Izquierda Unida, el 40 %. Esa misma proporción se mantiene en las contrataciones del equipo del grupo parlamentario y en los recursos económicos, un aspecto que no se podrá cumplir.