El comisionista reconoció ante el fiscal que adquiere coches de lujo como una forma de «inversión» para venderlos posteriormente. El pasado viernes, en una suerte de escrito de exculpación, Luceño justificó que si el juez no ha podido embargar el dinero que pedía no es porque lo haya ocultado, sino porque nunca hubo tal cuantía. El motivo, explicó, es el pago de impuestos por la adquisición de bienes de lujo, unos 700.000 euros, y porque sus fondos han ido menguando habida cuenta de los «gastos del día a día familiar y empresarial» de los últimos dos años.
Según expone su abogado, «la suma de los gastos empresariales y familiares durante todo este período de tiempo, más las sumas embargadas, impuestos abonados, etc.., hace que, en efecto, quede claro que no ha habido salidas del patrimonio ilícitas». Todos estos extremos deberá aclararlos este lunes ante el juez.