Luceño justifica que tributó 700.000 euros de los bienes comprados con la comisión de las mascarillas

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El socio de Luis Medina en el caso mascarillas busca eludir el alzamiento de bienes y explica al juez que no dispone de los 4,6 millones del embargo porque se fueron a Hacienda y a «gastos familiares»

04 may 2022 . Actualizado a las 13:37 h.

El empresario Alberto Luceño, investigado por delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental en el caso mascarillas, contraataca antes de comparecer este lunes ante el juez de Madrid. El investigado ha remitido un denso escrito al Juzgado de Instrucción número 47 en el que busca, por un parte, eludir la imputación de un nuevo delito, en este caso el alzamiento de bienes que ya recae sobre su socio Luis Medina, y del otro trata de justificar por qué no puede hacer frente al embargo de 4,6 millones solicitado por el juez Adolfo Carretero.

Se trata de la misma cuantía que Luceño percibió como comisión por su mediación en el contrato del Ayuntamiento de Madrid con una empresa de Malasia para la adquisición de material sanitario en la primera ola de la pandemia, en abril del 2020. Una adjudicación por la que percibieron comisiones de entre el 60 y el 80 % del valor de los productos: mascarillas, guantes y pruebas de diagnóstico del covid-19.

Según el escrito del empresario, si el juez no ha podido embargar el dinero que pedía intervenir la Fiscalía no es porque lo haya ocultado, sino porque nunca hubo tal cuantía. El motivo, explica, es el pago de impuestos por la adquisición de bienes de lujo, unos 700.000 euros, y porque sus fondos han ido menguando habida cuenta de los «gastos del día a día familiar y empresarial» de los últimos dos años.

Luceño detalla que la suma de su nueva vivienda, los coches de alta gama que aún tenía y que compró con ese dinero, más un puñado de relojes de lujo y los fondos en las cuentas bancarias no llegaban a los 4,6 millones. Eran 2,4 millones. En consecuencia, el instructor pidió a las acusaciones que propusieran medidas económicas a adoptar y en el caso del partido político Más Madrid solicitó una averiguación patrimonial.

Luceño aporta en su escrito declaraciones de la renta, movimientos bancarios y contratos de operaciones, así como una lista pormenorizada de sus gastos cotidianos. Menciona desde el pago de la universidad de los hijos hasta los recibos del agua, el alquiler de coches, el párking, los seguros privados o las fundaciones con las que colabora.

«En definitiva, son estos algunos de los muchos gastos existentes, y si bien para un exacto recorrido respecto de ellos necesitaríamos realizar una suerte de auditoría que en este momento no estamos en condiciones temporales de hacer, su mención -y la existencia de otros, que seguro que hemos omitido (comida, internet, ropa, etc.)- da buena cuenta de que no ha existido delito de alzamiento de bienes de clase alguna. Son el día a día familiar, desde hace dos años», argumenta el empresario.

«No hay salidas de dinero ilícitas»

En todo caso, no está tampoco de acuerdo con que se le deba embargar el importe íntegro de la comisión, porque tributó tanto por los ingresos, como por la vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid) que adquirió con el dinero y, por tanto, «ambas cantidades de pago de impuestos obligadamente no están en el patrimonio del Sr. Luceño o de su sociedad, sino de las autoridades fiscales correspondientes».

Según expone su abogado, «la suma de los gastos empresariales y familiares durante todo este período de tiempo, más las sumas embargadas, impuestos abonados, etc., hace que, en efecto, quede claro que no ha habido salidas del patrimonio ilícitas».

Añade, además, que esos gastos son «el día a día igualmente empresarial», porque «es importante su mantenimiento, precisamente en pro de que la empresa pueda generar beneficios que, por disposición judicial, puedan servir para asegurar hipotéticas responsabilidades civiles». Para ello, destaca su colaboración con la justicia con un dato: pese a que su cuenta empresarial ya está bloqueada sigue recibiendo dinero allí y acredita que cuando se ordenó al banco que congelase los fondos había algo más de 119.000 euros y esta semana, el extracto arroja 210.416 porque la mercantil, Takamaka, sigue generando ingresos.

«Actualmente Takamaka está interviniendo en una compraventa internacional de aceite», dice el escrito, que aporta varios contratos de negocios que tiene en marcha y una «tabla con los ingresos que salvo imprevisto recibirá» la empresa «en los próximos meses, superando estas previsiones de ingresos el millón de dólares», adelanta, que serán ingresados en la cuenta embargada.

En cuanto a los coches de lujo que figuraban como adquiridos con la comisión y que se han vendido, argumenta que la empresa se dedica también al alquiler o reventa de ese tipo de automóviles y que los beneficios generados están en esa misma cuenta que está ya embargada. Aporta los contratos de compraventa y explica que de uno de ellos el comprador tiene pendientes de abonar 100.000 euros que debe pagar en mayo y junio próximos.