Feijoo aspira a que el PSOE apoye la lista ganadora para aislar a Vox y Podemos

Maria Eugenia Alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Feijoo, en la rueda de prensa posterior a su reunión con Sánchez
Feijoo, en la rueda de prensa posterior a su reunión con Sánchez Chema Moya | EFE

De ser así, el PP no habría gobernado Andalucía, Madrid, Murcia y Castilla y León

18 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Núñez Feijoo sería ahora mismo el único presidente autonómico del PP si su propuesta de que gobierne el partido más votado se hubiese aplicado en las últimas elecciones territoriales del 2019. Una reforma que el nuevo líder de los populares confía en arrancar a Pedro Sánchez ante el próximo ciclo electoral, que se iniciará previsiblemente en junio en Andalucía, para excluir de posibles pactos a Vox y a Unidas Podemos. En el entorno del líder gallego consideran que, de haber existido ese acuerdo antes, Sánchez no habría tenido de vicepresidente a Pablo Iglesias ni Alfonso Fernández Mañueco haría lo propio ahora en Castilla y León con Juan García-Gallardo. Los socialistas, insisten estas mismas fuentes, son «quienes han metido en la gobernabilidad a Vox porque tienen en sus manos aplicar el cordón sanitario que tanto defienden».

Feijoo ha abogado durante casi toda su trayectoria por que gobierne la lista más votada. Fue en el revés electoral del 2005, que dejó a Manuel Fraga fuera de la Xunta, cuando aprendió lo mucho que se puede perder ganando. Los populares se quedaron a un escaño de revalidar la mayoría absoluta y el reparto de asientos en el Parlamento autonómico permitió al PSdeG y al BNG gobernar en coalición.

Sin embargo, el PP ignoró esa máxima sobre pactos poselectorales en Canarias en el 2007. El socialista Juan Fernando López Aguilar le sacó casi 100.000 votos a Coalición Canaria, pero sus 26 escaños fueron insuficientes frente a los 30 que el partido de Paulino Rivero sumó con los populares. La decisión la aprobó Mariano Rajoy, que en el 2014, ya en el Gobierno, amagó con regular por ley esta doctrina. La guardó en el cajón, pese a tener mayoría absoluta para implantarla, y a partir del 2015 los populares empezaron a pagar un alto precio por su desventaja frente a los socialistas para sumar. En los comicios de ese año, los acuerdos entre el PSOE y Podemos volvieron a dejar a los candidatos ganadores del PP en la oposición en muchas capitales de provincia.

El mismo objetivo que persigue ahora Feijoo lo buscó Pablo Casado en el 2018 con una proposición de ley para modificar la ley electoral de forma que se garantizase que gobernara en los ayuntamientos la lista más votada. Le tumbaron la iniciativa, y el PP dio un volantazo para pactar con quien pudiera. En Andalucía fue una coalición con Ciudadanos apoyada por Vox.

El triunfo de Susana Díaz

Los socialistas habrían seguido al timón de la Junta de haberse respetado a la primera fuerza. En los comicios del 2018, Susana Díaz consiguió 33 representantes. El PP, 26 diputados, pero la suma con Ciudadanos, que sacó 21 diputados, y con Vox, que se estrenó con doce asientos, le llevó a garantizar la investidura de Juanma Moreno. Un guion similar se vivió en la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia tras los comicios del 26 de mayo del 2019. En ambos, el PP fue segunda fuerza en las urnas, pero mantuvo la presidencia autonómica tras pactar con la formación que entonces presidía Albert Rivera — que levantó un cordón sanitario al PSOE— y a un pacto de investidura con los de Santiago Abascal. Tras 32 años de gobierno de los conservadores, el socialista Ángel Gabilondo ganó en Madrid con 37 escaños, frente a los 30 de Isabel Díaz Ayuso, y una diferencia de 165.000 votos. En Murcia, el socialista Diego Conesa logró 17 escaños, uno más que el popular Fernando López Miras.

En el caso de Castilla y León, populares y liberales llegaron a la mayoría absoluta que permitió a Alfonso Fernández Mañueco presidir la Junta, pese a que los socialistas ganaron con Luis Tudanca por primera vez desde 1983 con 35 escaños, seis más que el PP. Con esos antecedentes, Feijoo buscará el acuerdo por escrito con Sánchez para que gobierne la lista más votada. «Esperamos que recapacite», insisten desde el entorno del líder gallego.

El PSOE rechaza equiparar a los de Abascal con Bildu o ERC

El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, piensa que el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo intenta «disimular la peligrosidad» de su política de pactos con Vox y rechaza que esa alianza se pueda equiparar a los acuerdos del PSOE con Bildu y ERC.

En declaraciones a Europa Press, Gómez acusó a Feijoo de «desviar la atención» sobre los acuerdos con los de Santiago Abascal. A su juicio, sus primeros pasos al frente del PP no son «esperanzadores» porque además del citado pacto impulsó una ley «de violencia intrafamiliar» con un partido que no ha firmado el pacto de Estado contra la violencia machista.

confrontar como casado

El peligro de Vox. Gómez se mostró convencido de que el PSOE debe confrontar con Vox para explicar que «defiende acabar con el Estado de las autonomías», habla de violencia «intrafamiliar» y no de violencia machista y «prefiere un Gobierno de una dictadura» al nacido en democracia. Recordó que el líder del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, se opuso al pacto en Castilla y León. Gómez también acusó a Feijoo de intentar ocultar su «frentismo» con el Gobierno, pues, según él, sigue la línea de Pablo Casado.

contradicción

El peligro de Vox. Considera «una contradicción» que Feijoo recriminase al Gobierno los pactos con Bildu y ERC. El gallego tildó de «broma» que el PSOE le pida no pactar con Vox cuando gobierna con Podemos y tiene como socios a Bildu y ERC. El socialista recrimina al PP que durante la existencia de ETA afirmasen que la solución pasaba por «la democracia» y «las urnas» y «una vez eso se da» critican que los conflictos se canalicen a través de la política. «Es una contradicción impropia de un líder en Galicia, Núñez Feijoo», señaló.

esfuerzo del gobierno

Valoración en las urnas. Espera que la ciudadanía valore el «esfuerzo» del Gobierno para afrontar las crisis derivadas de la pandemia y de la guerra en Ucrania. Y citó medidas como los ERTE para proteger el empleo y las políticas expansivas en contraposición a los despidos y a los recortes que se aplicaron en la crisis del 2008, gestionada por el PP.

el sentir de la calle

Malestar social. Sobre si percibe malestar social por los efectos del conflicto en Ucrania como el precio de la energía y si piensa que puede haber más movilizaciones, el socialista acusó a la derecha y a Vox de intentar capitalizar la huelga de transportistas para «generar un escenario de descontento». Sin embargo, sostuvo que el Gobierno tomó decisiones valientes «mirando a los problemas de frente», y situándose cerca de la ciudadanía.