Según la denuncia presentada por Anticorrupción, Medina y su socio intervinieron en la firma de hasta tres contratos entre la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid -como compradora- y la compañía malaya EEE -como vendedora para adquirir material sanitario-. Según detalla la querella, las transferencias recibidas por el hijo de Naty Abascal corresponden a la comisión pactada entre la empresa asiática y él (un dólar por cada mascarilla).
La compañía Leno, utilizada por Medina y su socio, se hizo al final con los tres mayores contratos de toda la pandemia firmados por la funeraria de Madrid: 6,23 millones de euros por la compra de mascarillas, 4,62 millones por los guantes y 3,93 millones por los test rápidos.