El correo de Luceño a Luis Medina tras cerrar el contrato con el Ayuntamiento de Madrid: «Pa la saca»

la voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ESPAÑA

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Luis Medina ocultó sus comisiones en Holanda solo horas después de cobrarlas. El juez no puede embargar las cuentas del hijo de Naty Abascal al tener menos de 250

15 abr 2022 . Actualizado a las 12:04 h.

Luis Medina tardó solo horas en sacar de España el dinero de las millonarias comisiones que cobró del pelotazo de sus turbios negocios durante la pandemia para proporcionar material sanitario al Ayuntamiento de Madrid, informa Melchor Sáiz Pardo, de Colpisa.

Según revela un informe de la Agencia Tributaria que obra en el sumario de la causa que instruye el juez Adolfo Carretero contra el hermano del duque de Feria y su socio, Alberto Luceño, el aristócrata desde el inicio de todo el caso se esmeró en tratar de borrar el rastro de la fortuna que el Consistorio de Madrid les había pagado por unos contratos más que dudosos. Medina, de acuerdo con los documentos judiciales, recibió el 31 de marzo de 2020 un pago en dólares por un total 912.800,97 euros. El dinero, que correspondía al abono de una comisión, provenía de la empresa Malaya que proporcionaba el material farmacéutico y se materializó en dos cobros: 684.627,62 euros y 228.173,35 euros, bajo el concepto MASK.

El dinero apareció en las cuentas de Deutsche Bank que tenía Medina en España. Sin embargo, ese monto, que fue remitido desde el Malayan Banking Berhad (MayBlank), salió a los Países Bajos de inmediato en forma de tres transferencias: el 1 de abril se evaporaron 93.7000 euros con destino a otra cuenta del Deutsche en Holanda; la segunda, por idéntica cantidad y a idéntico destino, se hizo el 22 de junio del 2020; y la tercera, por valor 93.682,50 euros, tuvo lugar el 4 de agosto de ese mismo año. Con estas premisas, el futuro judicial de Luis Medina se complica por momentos.

Según fuentes judiciales, el magistrado Adolfo Carretero, instructor del pelotazo de la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid en la pandemia, sopesa ya imputar al aristócrata un nuevo delito, el de «frustración de la ejecución» (antiguo alzamiento de bienes), después de descubrir que el comisionista, después del vaciamiento de las cuentas en Holanda, solo tiene en sus depósitos en España 247,26 euros.

De confirmarse que Luis Medina ha expoliado sus cuentas para evitar al embargo sumaría ese delito de «frustración de la ejecución» a las imputaciones ya formalizadas por estafa agravada, blanqueo de capitales y falsedad documental. Este supuesto alzamiento podría conllevarle cuatro años adicionales de prisión, ya que sería en su forma más grave al superar con creces la cantidad ocultada los 50.000 euros.

Según Anticorrupción, las transferencias recibidas por Luis Medina como comisionista en ese negocio bajo sospecha serían de un dólar por mascarilla (un millón de dólares en total; unos 915.000 euros al cambio). De acuerdo con la querella de la Fiscalía, Medina invirtió ese dinero, entre otras cosas, en la compra de un velero Eagle 44, al que luego bautizó como Feria y por el que pagó 325.515 euros, y en dos bonos bancarios por valor de 400.000 euros. Pero el juez revela que, según le han informado, esos bonos ya no están en su poder y que el saldo de todas cuentas en España -todas en el Deutsche Bank- apenas alcanza los 247 euros mencionados.

El pasado martes, en el auto judicial en el que admitía la personación del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida, el magistrado instructor Carretero ya insistía en la «gravedad» de los hechos investigados al tener lugar «en el momento más álgido de la pandemia» cuando el coronavirus se cobraba «miles de fallecimientos diarios».

Según la denuncia presentada por Anticorrupción, Medina y su socio intervinieron en la firma de hasta tres contratos entre la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid -como compradora- y la compañía malaya EEE -como vendedora para adquirir material sanitario-. Según detalla la querella, las transferencias recibidas por el hijo de Naty Abascal corresponden a la comisión pactada entre la empresa asiática y él (un dólar por cada mascarilla).

La compañía Leno, utilizada por Medina y su socio, se hizo al final con los tres mayores contratos de toda la pandemia firmados por la funeraria de Madrid: 6,23 millones de euros por la compra de mascarillas, 4,62 millones por los guantes y 3,93 millones por los test rápidos.

Además, este jueves trascendió que el empresario Alberto Luceño emitió un correo electrónico a su socio Luis Medina tras cerrar el contrato con el Consistorio madrileño para hacer llegar material sanitario a la capital en el que le escribió «pa la saca». Así consta en los mensajes que incorpora el sumario de la investigación.

En concreto, este correo electrónico está fechado el 30 de marzo del 2020 a las 19.19 horas. «Pa la saca...», le traslada Luceño a Medina seis días después de cerrar el contrato de material sanitario con el Consistorio de la capital. Este miércoles, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, aseguraba que el contrato se cerró el 24 de marzo.

Ambos están llamados a declarar el próximo 25 de abril en calidad de investigados por los citados delitos en relación al supuesto cobro de mordidas en los contratos de emergencia en la primera ola de la pandemia.