Sánchez y Feijoo mantienen una cita cordial y ponen «su contador a cero»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del PP dice que no puede apoyar la política económica del Gobierno y que «no tiene buenas noticias para las familias». También insiste en reclamar una bajada de impuestos. Se ha mostrado favorable «a consensos en política exterior» y dispuesto a «retomar las conversaciones» con los socialistas para renovar las instituciones bloqueadas

07 abr 2022 . Actualizado a las 21:37 h.

La primera reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Alberto Núñez Feijoo desde que este fin de semana fue proclamado presidente del PP, fue «cordial, muy cordial», destacó el gallego, pero «menos fructífera de lo que me hubiera gustado». A continuación compareció en la misma sala la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que celebró la «muy buena disposición por parte del señor Feijoo», pero a su vez lamentó la «poca concreción y ninguna documentación» con la que se saldó el encuentro.

Desde la delegación popular creen que en buena parte esto se debió a que no tuvieron conocimiento del «orden del día» que pretendía abordar Sánchez hasta apenas una hora antes de que diera comienzo la cita, fijada para las 11.00 horas, porque no fue hasta entonces cuando llegó a sus manos un documento de 13 páginas con once puntos del que solo tenían constancia previa a través de la prensa, lo que consideraron una «descortesía». Feijoo recurrió a la ironía: «Espero que si hay más reuniones, las preparemos y traigamos un orden del día con documentación», deseó. 

La Voz preguntó en la Secretaría de Estado de Comunicación el motivo por el que no habían compartido el documento con sus interlocutores con mayor antelación, para facilitar así un avance a la hora de explorar acuerdos, a lo que respondieron que «siempre puede haber alguna excusa», y que la tradición en estas tomas de contacto es hacerlo sin un guion que, finalmente, Sánchez acabó poniendo sobre la mesa.

El líder gallego pide «tiempo»

En dicha propuesta, el Gobierno plantea varias cuestiones en las que Feijoo no se cerró a un acuerdo, como la reforma del artículo 49 de la Constitución para «garantizar la dignidad y la autonomía de las personas con discapacidad», facilitar la participación en las elecciones de los españoles expatriados con la supresión del voto rogado (algo que parece estar ya avanzado), la vuelta del PP al pacto antitransfuguismo y la renovación del Poder Judicial, con el CGPJ caducado desde hace años.

Según trasladan desde el Gobierno, el gallego solicitó «tiempo» para estudiar a fondo los temas, pero replicó que su «prioridad», en donde no había un instante que perder, era con la aplicación de un descenso del IRPF que contribuya a aliviar las economías domésticas, algo que Sánchez descartó por completo.

«No hubo ninguna buena noticia para las rentas», comentó Feijoo sobre esa reducción impositiva con carácter «retroactivo» desde enero, y «concreta», a aplicar «durante el tiempo de este incremento exponencial de la inflación y del precio de la energía». Para este, el Gobierno se equivoca en su «diagnóstico» de la situación económica, y, por tanto, también falla en las recetas.

Finalmente, el dirigente popular fue cuestionado sobre si se fiaba de la palabra de Pedro Sánchez: «Yo pongo el contador a cero», aseveró.

El líder del PP sugiere una remodelación del Gobierno para cortar el «gasto superfluo»

El encuentro entre los máximos responsables del PSOE y del PP giró en torno al documento de once puntos mediante el que el Gobierno pretende «reconstruir los consensos básicos con el principal partido de la oposición y reducir la crispación estéril».

Poder judicial

Retomar las conversaciones. El principal avance llegó con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que lleva tres años caducado y para lo que se requiere de una mayoría reforzada en el Congreso, es decir, el visto bueno del PP. Feijoo afirmó que habían acordado «retomar las conversaciones» que habían encallado con la anterior dirección, y aprovechó la oportunidad para transmitir a Sánchez «que hay que mejorar el sistema de elección actual» de los vocales, y que sean los jueces los que elijan a sus representantes en su órgano de gobierno. El Ejecutivo planteó el 12 de junio como fecha tope para proceder a dicha renovación, algo a lo que el gallego no pudo comprometerse. Moncloa propuso la misma fecha para la renovación del Tribunal Constitucional, que previsiblemente se solucionará en el momento en el que se desbloquee la anterior. 

Decreto anticrisis

Sin acuerdo. En el segundo gran bloque temático se reclama al PP su «apoyo» al decreto bautizado como Plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania, y que en breve el Ejecutivo se verá obligado a someter a una votación en las Cortes para su convalidación. Feijoo sugirió en este apartado introducir la rebaja del IRPF. Ante la negativa de Sánchez, afirmó que no apoyarían el decreto, aunque dejó la duda de si los diputados populares votarían en contra o se abstendrían. «Entiendo que ya tiene socios para aprobarlos», incluso sugirió que detrás de esta negativa de Sánchez a incorporar otras cuestiones pueda esconderse que este «prefiere que no lo apoye el PP. Veremos a ver el contenido del debate», dijo, antes de fijar una postura al respecto.

Aquí se esconde otra de las primeras batallas que mantienen ambos políticos. Sánchez intenta justificar la inflación, cercana al 10%, con el estallido de la guerra. Feijoo hace pedagogía para desmontar este marco, recordando que el encarecimiento de la cesta de la compra viene ya de lejos, y que en España es mucho más acusada que en los países del entorno. Por otra parte, el PP también propuso la posibilidad de que los ciudadanos puedan acceder directamente a parte de las ayudas europeas de forma directa, en aras de agilizar los procesos y de que este gane en transparencia.

El gasto superfluo

Empezar por el Gobierno. El nuevo presidente del PP también propuso encargar un informe a la Airef para que realice una auditoría de gasto político. «Tenemos el mayor Gobierno desde hace décadas», dijo, por las 23 carteras en las que se divide. «Entendemos que hay gasto superfluo». Además del ahorro en la administración de «gasto prescindible», Feijoo trata de poner en evidencia que Sánchez tiene atadas las manos para remodelar su Gobierno, ya que depende del pacto que firmó en su día con Iglesias.

Política exterior

Ucrania y Marruecos. Finalmente, el gallego también mostró al Gobierno su apoyo «sin matices con la guerra en Ucrania. Es mi deber no aprovecharme de las dificultades», afirmó, pero esto no le evitó verbalizar su malestar por la decisión unilateral tomada por el presidente respecto a su posicionamiento con el Sáhara Occidental. «No lo consideramos aceptable», criticó, tras haberse enterado a través del rey de Marruecos, a quien Sánchez fue a visitar al concluir la cita.

Un encuentro mano a mano de casi tres horas, con los asesores en una sala anexa

Han pasado 23 años desde la primera vez en la que Feijoo entró en el complejo de la Moncloa, cuando por entonces el presidente del Insalud acudió a presentar un plan de contingencia ante los problemas que pudiera generar el efecto 2000. Posteriormente, accedió en varias ocasiones por la puerta noble para mantener encuentros con Zapatero, Rajoy y Sánchez en calidad de presidente autonómico, y, por tanto, fue recibido con honores en la famosa escalinata del acceso principal. Pero la de ayer fue la primera vez que lo hizo como jefe de la oposición, y como tal, fue la primera en la que tuvo oportunidad de ofrecer una rueda de prensa en la misma sala en la que comparecen los presidentes del Gobierno y los portavoces para dar cuenta de los consejos de ministros.

Feijoo llegó puntual a la cita, y lo hizo acompañado de dos de las personas de su más estrecha confianza: Mar Sánchez, a la que nombró responsable del área de proyección e imagen del PP, y con la que lleva trabajando desde los tiempos del Insalud; y Marta Varela, su directora de gabinete. Ambas aguardaron en una sala anexa durante las casi tres horas que duró el encuentro y en donde coincidieron a ratos con Óscar López, jefe de Gabinete de Sánchez, y Francesc Vallés, secretario de Estado de Comunicación.