Tres ex directores adjuntos de la Policía Nacional se desmarcan de la red empresarial del excomisario Villarejo

Efe MADRID

ESPAÑA

El comisario jubilado José Manuel Villarejo acude hoy a declarar a una nueva sesión del juicio por la macrocausa Tándem, en la Audiencia Nacional.
El comisario jubilado José Manuel Villarejo acude hoy a declarar a una nueva sesión del juicio por la macrocausa Tándem, en la Audiencia Nacional. Gustavo Valiente | Europa Press

El juicio de la Audiencia Nacional a Villarejo por tres presuntos proyectos de espionaje ha alcanzado su trigésima jornada con los testimonios de tres antiguos número dos del cuerpo

04 abr 2022 . Actualizado a las 19:20 h.

Tres ex directores adjuntos de la Policía Nacional se han desmarcado este lunes de la red empresarial del excomisario José Manuel Villarejo, a quien uno de ellos ha descrito como un agente «antena» que se encontraba «pulsando el ambiente» y se movía en «estructuras que proporcionan información» de interés policial.

El juicio de la Audiencia Nacional a Villarejo por tres presuntos proyectos de espionaje ha alcanzado su trigésima jornada con los testimonios de tres exDAO (número dos del cuerpo): Agustín Linares (1987-1994), Pedro Díaz-Pintado (1996-2004) y Eugenio Pino (2012-2016).

Todos han admitido que firmaron una carta en apoyo al excomisario donde reconocían que sus actividades privadas sirvieron a los intereses de la Policía, pero también han marcado distancias al justificar que fue redactada por su primer abogado, que les pidió ayuda para conseguir que saliese en libertad.

«Me limité a firmarla porque me lo pidió el abogado (...) Los que conocemos al señor Villarejo... eso es lo mínimo que podíamos hacer», ha dicho Pino, el testigo que más ha entrado en detalles sobre la trayectoria de este excomisario acusado por la Fiscalía de servirse de su función policial para llevar a cabo investigaciones privadas.

Procesado con Villarejo por el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas (el caso Kitchen), Pino ha relatado que cuando advirtió a Villarejo de que no podía tener empresas éste le dijo que era «patrimonio familiar».

Ha perfilado al excomisario como un agente «antena» que «no estaba en ninguna parte»: «Es la clásica gente que viene de siempre, de la costumbre y la práctica; agentes que ha tenido y sigue teniendo la Policía que no aparecen en las comisarías y están pulsando un ambiente que es muy interesante».

Panamá, Andorra o Siria fueron algunos de los lugares donde viajó, pagado con fondos reservados, aunque Pino se ha desmarcado de todo detalle económico al sostener que él autorizaba esas entregas pero no las gestionaba. «Yo era el director (adjunto), no el fiscalizador de cómo trabajaba la gente», ha respondido al ser preguntado si Villarejo usaba sus empresas como cobertura de su actividad policial. También ha indicado que el entonces director de la Policía, Ignacio Cosidó, le dijo que fue el ministro del Interior quien encargó un informe de compatibilidad de Villarejo.

Pino, que ha relatado que llegó a prohibir al excomisario que investigase al rey emérito por ser aforado, ha dicho que su antecesor, Miguel Ángel Fernández Chico, ya fallecido, le recomendó mantenerlo «por su capacidad y relaciones». Así lo hizo, pero también propuso su cese al ver que su enemistad con el exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas era objeto de «chanzas» en el Cuerpo, aunque le dijeron que eso «no se podía conseguir».

También el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán pidió la destitución de Villarejo en tres ocasiones, según Pino, que ha asegurado que los servicios de inteligencia y el excomisario «han colaborado desde que el mundo es mundo».

A preguntas de la defensa de Villarejo, también ha indicado que, a través del exministro del Interior, le llegó que el expresidente Mariano Rajoy decía que trataba mal al excomisario cuando, según él, «no había motivo para queja».

Menos explícitos han sido los otros exjefes policiales: Agustín Linares ha admitido que conocía que Villarejo tenía varias empresas antes de reingresar en la Policía en 1993, si bien ha precisado que no le consta que estuvieran autorizadas, y Pedro Díaz Pintado ha asegurado que no conoció esas sociedades mientras estaba en el cargo y ha subrayado que la relación que tuvo con él fue «muy esporádica».