Los populares europeos «se desmarcan» del acuerdo con Vox en Castilla y León

Javier Arias MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El presidente del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, este jueves en una rueda de prensa en Versalles
El presidente del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, este jueves en una rueda de prensa en Versalles Europa Press

Confían en que «la capitulación» no sea una tendencia, mientras Casado se jacta junto a sus socios de no haber pactado con la extrema derecha

10 mar 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

El acuerdo entre PP y Vox para gobernar juntos en Castilla y León fue «una triste sorpresa» para los populares europeos (PEE). Su presidente, el ex primer ministro polaco Donald Tusk, llegó a tildar el pacto de «capitulación» y confió en que sea solo «un mero incidente», y no se convierta en tendencia para el proyecto político del PP a nivel nacional. Lo hizo durante la cumbre de líderes populares este jueves en París, a la que también asistió por última vez Pablo Casado, que aún atesora la presidencia del partido hasta el congreso extraordinario de 1 y 2 de abril. Allí, según el jefe de filas del PP europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, Casado se jactó de lo que han sido, a su juicio, los dos principales ejes de su mandato: no llegar a acuerdos de gobierno con la «extrema derecha» y luchar contra la corrupción. Algo que va en la misma línea de lo que ya defendió en el discurso que pronunció en la junta directiva nacional diez días atrás y que los socios europeos a los que dijo adiós refrendaron al término de la cumbre. «Casado era una garantía personal de no llegar a pactos de Gobierno con la extrema derecha y preservar al PP español en el centroderecha, sin flirteos con la extrema derecha», aseveró Tusk.

Los populares con Casado no han gobernado en coalición con Vox, pero han firmado acuerdos en Andalucía y Madrid para posibilitar gobiernos regionales del PP con apoyos externos de la extrema derecha.

«Pésima noticia»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también salió al paso para advertir a los populares de que «pagarán caro» lo que considera «una pésima noticia para la democracia española». El presidente del Gobierno se mostró convencido de que «muchos» votantes del PP no entenderán el paso dado por su partido. Una opinión que, insistió, es la mayoritaria también entre los socios europeos del PP.

Más contundente se mostró por la mañana la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, que achacó a la figura de Alberto Núñez Feijoo toda la responsabilidad de lo que bautizó como «pacto de la vergüenza». «Propiciar la entrada 40 años después de la ultraderecha en un Gobierno autonómico» desmonta, según los socialistas, el supuesto perfil moderado del que está llamado a ser próximo líder nacional del PP.

Tampoco creen en Ferraz que el acuerdo alcanzado en Castilla y León se deba a una hipotética falta de liderazgo por la convulsión que el PP ha sufrido en las últimas semanas. «Que nadie caiga en la trampa de creer que es un reino de taifas», afirmó Lastra tras calificar de «mal día para la democracia» la jornada de hoy. Los socialistas acusaron a los populares de haber «negociado, mercadeado y traicionado los derechos de los ciudadanos de Castilla y León». Una tesis que compartieron otros dirigentes socialistas como el secretario de organización, Santos Cerdán, el portavoz de la formación, Felipe Sicilia, o el propio líder regional de los socialistas en la región. «El PP ha consumado lo que todos sabíamos», apuntó Luis Tudanca.

Unidas Podemos y varios de los principales aliados del Gobierno también se sumaron al repudio. Una «ignominia» para los morados, que a través de su líder y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, apuntaron a que el acuerdo entre PP y Vox pone de manifiesto que ambas formaciones «son indistinguibles». Belarra reclamó que ante este acuerdo «el bloque democrático debe luchar para que no lleguen al Gobierno».

ERC, PNV y Más País también focalizaron su descontento en la figura del candidato a presidir el PP nacional. «Si este es el cambio... Mal vamos», deslizó el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban. Íñigo Errejón, líder de Más País, optó por advertir sobre la «hipoteca» que, a su entender, han contraído los populares. «Todos los que se han acercado a la extrema derecha -vaticinó- han desaparecido de la política nacional».