Sánchez pide al PP que rompa con Vox y le ayude a frenar a la «ultraderecha»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión del comité federal de los socialistas.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión del comité federal de los socialistas. RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS

El líder socialista ofrece a los populares un acuerdo para impedir que Fernández Mañueco pacte con los de Santiago Abascal en Castilla y León

07 mar 2022 . Actualizado a las 17:29 h.

«Oposición virulenta, faltona y crispada». La salida de Pablo Casado de la presidencia del PP y la casi segura llegada de Alberto Núñez Feijoo al liderazgo del partido, con un discurso más moderado, no modifican los ataques del PSOE contra los populares. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a exigir este domingo, durante su intervención ante el comité federal de los socialistas, que se imponga un cordón sanitario a Vox. «Hay una amenaza que no podemos conjurar solos», sostuvo, refiriéndose a «una ultraderecha que crece para llegar al poder». Y reclamó por ello la ayuda de los populares en esa tarea. «Para eso necesitamos una derecha que deje, de una vez por todas, de coquetear con la ultraderecha», proclamó. 

«No se puede estar solo a ratos»

A pesar de que, antes incluso de liderar el partido, Feijoo ha impuesto ya un giro en el discurso del PP, marcando distancias con la formación de Santiago Abascal y calificándola abiertamente de «extrema derecha», Sánchez cargó contra los populares y advirtió de que «no se puede estar contra la ultraderecha solo a ratos». El jefe del Ejecutivo considera que la complicada situación política y económica que ha originado la invasión de Ucrania por parte de Putin exige más que nunca que el PP se distancie de Vox y contribuya a la estabilidad de su Gobierno, que se comprometió una vez más a mantener hasta el fin de la legislatura porque las elecciones se tienen que celebrar «cada cuatro años».

En plena negociación del presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, para buscar apoyos a su investidura, Sánchez ofreció al PP el respaldo de los socialistas para impedir que «por primera vez, la ultraderecha acceda a un gobierno autonómico», en referencia a un posible pacto de los populares con Vox para formar un Ejecutivo autonómico de coalición. El líder del PSOE respaldaba así las palabras del candidato del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, que, a su llegada a la reunión del comité federal, instó a Núñez Feijoo a «frenar» el acuerdo de Mañueco con los de Abascal. 

Tudanca se ofrece a Mañueco

Aunque dio prácticamente por hecho ese pacto, Tudanca aseguró que la responsabilidad del PSOE es hacer todo lo posible para impedir que la «extrema derecha» entre en el Gobierno de Castilla y León. «Si el PP quiere, podrá contar con nosotros para conseguir ese objetivo», sostuvo.

Pero ese acuerdo es muy improbable, porque la condición del PSOE sigue siendo que los populares establezcan un «cordón sanitario» a Vox en toda España y para siempre, lo que impediría al andaluz Juan Manuel Moreno pactar con los de Abascal en caso de no lograr la mayoría absoluta, y pondría en serios aprietos el Gobierno en minoría de la madrileña Isabel Díaz Ayuso.

El PP respondió a las críticas de Sánchez cuestionando su alianza con Podemos. El vicepresidente del PP Europeo y presidente del comité organizador del XX congreso nacional del PP, Esteban González Pons, reclamó a Sánchez «rompa inmediatamente» la coalición con el partido morado porque «no se puede» enviar soldados españoles a defender la frontera con Europa mientras se tiene en el Consejo de Ministros «a los que comprenden a Putin».