Casado aguanta la presión y seguirá como presidente del PP hasta el congreso del 2 y 3 de abril

Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Ortega

Cuca Gamarra será la coordinadora general hasta esa fecha y Esteban González Pons se encargará del comité organizador. Casado renuncia a ser reelegido y Feijoo no confirma todavía si optará al liderazgo

24 feb 2022 . Actualizado a las 07:41 h.

Pablo Casado resistió hasta el final y consiguió superar la presión de los barones. Después de una semana de batalla encarnizada en la que el partido se ha abierto en canal en vivo y en directo, los dirigentes territoriales del PP trataron de vencer la resistencia de Pablo Casado a dimitir. Pero el líder popular se negó en redondo y finalmente el compromiso alcanzado por unanimidad fue que se mantenga como presidente hasta la celebración de un congreso extraordinario el 2 y 3 de abril. Pero no se presentará a la reelección. Esteban González Pons, un dirigente muy próximo al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, será el presidente del comité organizador del congreso. En ese comité habrá al menos un miembro de cada una de las organizaciones territoriales.

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Después de una maratoniana cita que concluyó cerca de las dos de la madrugada, el PP emitió un comunicado con las decisiones aceptadas por «unanimidad» del presidente y todos los barones. En ese texto se asegura que durante la reunión se solicitó a Casado que «continúe en su cargo hasta el congreso extraordinario y urgente, que propondrán a la junta directiva nacional celebrar los días 2 y 3 de abril». Cuca Gamarra, portavoz del grupo en el Congreso, será la coordinadora general encargada de llevar el día a día del partido durante este período transitorio.

Durante horas, en una reunión celebrada en la sede nacional del PP a la que no fue invitada la madrileña Isabel Díaz Ayuso, los barones trataron de convencer a Casado de la conveniencia de renunciar cuanto antes para solucionar la crisis que atraviesa el partido y dejar paso a Alberto Núñez Feijoo, al que todos los líderes territoriales, y el propio Casado, le solicitaran que diera ese paso.

Pero, tras el acuerdo alcanzado, se mantiene en el cargo, aunque su presidencia es ya transitoria, ya que no competirá para mantener el liderazgo. La junta directiva nacional que se reunirá el próximo martes convocará por tanto un congreso extraordinario en el mínimo plazo posible que marcan los estatutos. El deseo de Feijoo, de Casado y del resto de los barones es que se respeten los estatutos para otorgar la mayor legitimidad al nuevo líder.

Feijoo: «Sé de dónde vengo»

Feijoo compareció tras la reunión y aseguró que el PP «va a seguir mucho tiempo» al servicio de España y «garantiza la alternancia política». «Hemos salido con un partido normalizado y con una propuesta por unanimidad», afirmó el presidente de la Xunta. Calificó a Casado como «un señor de la política» y no confirmó en esa comparecencia su candidatura a la presidencia del partido, aunque agradeció a los compañeros que le propusieron que lo hiciera. «No voy a hacer ninguna valoración sobre ocupar una vacante en un congreso que no está convocado», indicó. «Mientras no se convoque, sería sorprendente que un señor dijera que se va a presentar», explicó. «Se de dónde vengo y dónde quiero estar», aclaró sin embargo, en referencia a que fue elegido líder del PP de Galicia en un proceso de primarias «Intento ser una persona previsible y seria», concluyó

La pretensión es ahora conseguir que el congreso extraordinario encumbre a Feijoo sin rivales para evitar más fracturas. Pero ni Casado, ni Feijoo ni nadie en el PP puede garantizarlo porque cualquier militante que reúna los avales exigidos podría presentarse. En el precedente inmediato, el de la sucesión de Rajoy, compitieron cinco.

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El presidente de la Xunta rechazó la posibilidad de asumir el mando sin celebrar antes un congreso

Núñez Feijoo rechazó expresamente la posibilidad estatutaria de un relevo instantáneo en el liderazgo del PP si Casado hubiera dimitido, aunque en ese caso no sería obligatorio convocar un congreso extraordinario para designar un nuevo presidente. El líder gallego exigió que se respeten escrupulosamente los procedimientos habituales. El punto M del artículo 40 de los estatutos del PP establece que entre las facultades del comité ejecutivo nacional está la de «elegir de entre sus miembros a quien tenga que dirigir el partido en el caso de dimisión o fallecimiento del presidente, elevando dicha propuesta a su junta directiva correspondiente».

En el comité ejecutivo están todos los integrantes de la ejecutiva y todos los presidentes autonómicos del partido. Es decir, que se podría convocar un comité ejecutivo nacional que elegiría como nuevo presidente del PP a uno de sus miembros, que sería Feijoo, aunque ese nombramiento debería ser ratificado en una reunión de la junta directiva. Se habría evitado así el tener que convocar un congreso extraordinario a los pocos días, con la ventaja de garantizar a Feijoo el control inmediato del PP.

El orden del día de la junta directiva nacional fijada para el próximo martes podría haberse modificado para introducir la ratificación de la elección del nuevo presidente y eliminar la propuesta de convocatoria del congreso extraordinario. Pero el líder gallego lo rechazó de plano.

Evitar candidatos sorpresa

Esta fórmula evitaría la posibilidad de que se presentara una candidatura sin posibilidades en el congreso extraordinario, lo que obligaría a celebrar unas primarias, retrasando la entronización de Feijoo como líder del partido. Una posibilidad que ya fue apuntada por el dimitido secretario general Teodoro García Egea, que declaró que hay más de un 70 % de posibilidades de que en el congreso extraordinario haya más de un candidato.

El presidente provisional podría nombrar una nueva dirección nacional. Con esa fórmula, sin embargo, el secretario general debería ser un miembro de la lista de la dirección. Entre ellos están el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo. Pero nada de eso va a suceder, porque Feijoo lo rechazó de plano antes del acuerdo final alcanzado.