Domingos Sampedro
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Luís Pousa
Los barones del Partido Popular ya tienen suficientes problemas en casa como para importar más de Madrid. Los presidentes autonómicos optaron este jueves mayoritariamente por guardar silencio o ponerse de perfil en el enfrentamiento desatado entre la dirección nacional del PP e Isabel Díaz Ayuso. Con una excepción, Alberto Núñez Feijoo, que se mostró muy crítico con la situación que atraviesa el partido y exigió explicaciones a la cúpula popular.
Al presidente de la Xunta no le acaban de encajar todas las piezas sobre el presunto espionaje a Ayuso ordenado desde la dirección del Partido Popular, pero valoró que, de producirse y ser ciertas las informaciones difundidas, sería un hecho «inaudito e imperdonable» que daría lugar a algún tipo de responsabilidades.