Casado carga contra Vox y lo acusa de estar al servicio de Pedro Sánchez

M. E. Alonso, Colpisa

ESPAÑA

Rafael Bastante | Europa Press

Defiende su proyecto en Castilla y León tras las advertencias de Aznar

31 ene 2022 . Actualizado a las 19:08 h.

Nunca unas elecciones en Castilla y León habían concentrado tanta atención en Génova. Los populares quieren que los comicios autonómicos sirvan como el primer escaparate del proyecto de Pablo Casado y la maquinaria electoral funciona a pleno rendimiento. La dirección conservadora pretende emular el éxito logrado por Isabel Díaz Ayuso en Madrid, es decir, una mayoría lo suficientemente amplia para gobernar en solitario. Pero ese escenario, a tenor de los últimos sondeos, que confirman la escalada en intención de voto de Vox —que duplicaría su resultado de hace tres años, según el CIS—, se antoja cada vez más difícil.

Casado, sin embargo, se resiste a aceptar el entendimiento con la formación ultraderechista y ha pasado al ataque. En un acto en Ávila junto al candidato del PP a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, reclamó este domingo unir el voto en torno a las siglas del PP, como la única alternativa posible de la «tercera España» frente a Vox y al «sanchismo» y responsabilizó a los de Abascal de dividirlo y beneficiar con ello a la izquierda. «No se puede unir España desuniendo el voto. Somos una derecha serena que une, que gana para gobernar y gobierna para unir. Nosotros somos lo que necesita la tercera España», aseveró.

Casado lamentó la ayuda que presta, en su opinión, Vox a la estrategia de Pedro Sánchez, ya que el presidente del Gobierno recurre a «los extremos de derechas o de izquierdas», en alusión a los de Abascal y a Podemos, «como dos mangos de una tenaza» para «apretar» al PP. Además de reprocharles que se presenten a las elecciones en Castilla y León, a pesar de que defienden un Estado centralizado sin autonomías.

Las altísimas expectativas que se fijaron los populares cuando Mañueco apretó el botón electoral pueden jugarles una mala pasada. Sus encuestas de intención de voto les dejaban en diciembre muy cerca de la mayoría absoluta, con el 39% de los votos y en torno a los 40 escaños. Casi un mes después, Génova ve casi imposible rozar siquiera esa cifra —la última media de sondeos les otorga 34 procuradores en las Cortes regionales—, y ya solo aspira a que su resultado sume más diputados que los de toda la izquierda, de tal modo que a Vox no le quede otra opción que permitir un gobierno en solitario. Pero la formación ultraderechista no parece estar por la labor. Abascal y su círculo están decididos a enmendar lo que consideran «errores» del pasado, sobre todo, tras las elecciones en Madrid, al entender que le «regalaron» la abstención a Díaz Ayuso y ahora les cuesta reivindicarse como alternativa. De ahí que Vox ya haya avanzado que si sus parlamentarios son imprescindibles, exigirán formar parte del Ejecutivo de Mañueco, lo que lastraría la estrategia de Casado en su carrera hacia la Moncloa.

Advertencias de Aznar

Una hoja de ruta que su mentor José María Aznar se atrevió a cuestionar el sábado en público durante un acto de campaña en Valladolid. «A veces oigo que hay que ganar para llevar a no se quién a la Moncloa, pero, oiga, la pregunta es ¿para hacer qué?», señaló el expresidente del Gobierno, muy crítico con que en la cúpula del PP piensen que ya lo tienen todo hecho. Aznar reclamó a Casado un liderazgo firme y constructivo ante el avance de Vox y las batallas internas que están erosionando al partido y exhortó a los suyos a evitar la fuga de votos por el flanco derecho. «Hay muchas personas que se agarran a supuestas soluciones baratas, mágicas, a populismos mentirosos o falsos —avisó—, porque no tienen un referente fuerte en el cual confiar». En la dirección del PP valoran el discurso de Aznar como «un diagnóstico» más e insisten en que el liderazgo de Casado es «incontestable» y que «hay proyecto de sobra». «Soy un reformista», se defendió, por su parte, el líder del PP.