Martín Villa dice que puede «ser responsable» de crímenes, pero niega un plan sistemático para eliminar adversarios

J. A. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El exministro del Interior Rodolfo Martín Villa
El exministro del Interior Rodolfo Martín Villa Cézaro De Luca | Europa Press

«Hubiera sido posible que en un rapto de locura hubiera podido ser el autor material. Lo que no era posible es que yo formara parte de algunos Gobiernos, en concreto de la Transición, que urdieron un plan de aterrorizar a los españoles partidarios de un Gobierno democrático», aseguró con ironía

17 ene 2022 . Actualizado a las 20:38 h.

El exministro del Interior Rodolfo Martín Villa reconoció este lunes que pudo «ser responsable político y penal» de los crímenes de los que le acusa la jueza argentina María Servini, y entre los que figura la matanza de cinco obreros en una huelga que tuvo lugar el 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Sin embargo, descartó que hubiese existido un «plan sistemático, deliberado y generalizado» para eliminar al contrincante político antifranquista en el que se basa la acusación de crímenes de lesa humanidad por el que se plantea su enjuiciamiento 46 años después —delito que no prescribe— y que, de momento, ha quedado revocada por la Cámara de Apelaciones. «Es lisa y llanamente faltar a la verdad», subrayó.

Lejos de explicar o defender cuál fue su papel en el suceso del Tres de Marzo o qué órdenes adoptó en actos como los trágicos Sanfermines de 1978, el antiguo titular de Relaciones Sindicales y Gobernación empleó su intervención en un desayuno informativo en Madrid para defender la Transición. «Hubiera sido posible que en un rapto de locura hubiera podido ser el autor material. Lo que no era posible es que yo formara parte de algunos Gobiernos, en concreto de la Transición, que urdieron un plan de aterrorizar a los españoles partidarios de un Gobierno democrático», aseguró con ironía en respuesta a la acusación de la magistrada argentina.

A su juicio, «decir» que los dirigentes de los primeros Gobiernos de la democracia se dedicaron a eliminar a «las personas más representativas de aquella etapa» —como apunta el auto de Servini— es una «mentira que tiene las patas muy cortas». «No tiene sentido que se use en la querella esa palabra cuando, si la Transición tuvo un enemigo, fue el terrorismo», añadió. «Creíamos ingenuamente que enfrente teníamos a luchadores por la independencia, pero eran terroristas», ahondó.

«Podía libre y legítimamente haberme amparado en la Ley de Amnistía o en la prescripción de los delitos. Era una manera de defender mi honorabilidad atacada y la de los míos, también atacada. Pero si tocaba a la Transición, yo entendía que como miembro sobre todo de aquel primer Gobierno de Adolfo Suárez tenía la obligación moral y personal de hacerle frente», señaló.