Casado redobla los ataques a la gestión económica de Sánchez para enterrar la crisis con Ayuso

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El líder del PP, Pablo Casado, interviene en una sesión plenaria celebrada en el Congreso de los Diputados.
El líder del PP, Pablo Casado, interviene en una sesión plenaria celebrada en el Congreso de los Diputados. EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

El líder del PP eleva al máximo la tensión política ante las elecciones en Castilla y León

05 ene 2022 . Actualizado a las 08:49 h.

La sangría de votos para el PP que, según las últimas encuestas, está teniendo el enfrentamiento entre la dirección nacional del partido y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho que el líder de los populares, Pablo Casado, entierre la pugna pública con su compañera de partido. Aunque el conflicto interno sigue sin resolverse, el presidente del PP ha optado por redoblar sus ataques al Gobierno y elevar el tono de sus críticas para impedir que la batalla con Ayuso centre el foco de las informaciones. En un momento crítico, en el que los populares aspiran a que las elecciones en Castilla y León confirmen el giro político a su favor iniciado precisamente en las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo, Casado ha ordenado a su formación mantener la máxima tensión política en la precampaña de esos comicios.

Ni siquiera la forzada reclusión en su domicilio tras dar positivo en coronavirus ha frenado la carga desplegada por Casado contra el Ejecutivo, centrada en cuestionar las optimistas previsiones económicas de Pedro Sánchez, en el alza de los precios y en la gestión de los fondos europeos. Esa búsqueda de tensión política incluye su petición de que se habilite el mes de enero en el Congreso porque «España no está para que el Gobierno se vaya de vacaciones».

En los primeros cuatro días del 2022, tras dar las gracias al propio Sánchez por sus deseos de recuperación, Casado ha atacado ya al Gobierno por subir los impuestos, contraponiendo esa decisión a la de los Ejecutivos de Alemania e Italia, que han anunciado rebajas fiscales de 30.000 y 10.000 millones, respectivamente. Ha denunciado además que «la pobreza energética se dispara en España»; que un 11 % de las familias «no pueden calentarse en invierno»; que un hogar medio «paga un 40 % más de luz que el año pasado» y que «el escudo social era otra mentira».

El duro enfrentamiento personal con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que lo tachó de «desequilibrado», llevó a que el PP cuestionara la gestión de la ministra ante la Unión Europea. Casado ha hecho además oídos sordos a quienes, desde el PP, desde FAES, fundación dirigida por Aznar, y desde la CEOE, le animan a explorar la posibilidad de permitir que la reforma laboral se apruebe en el Congreso al menos con la abstención de los populares. En el partido ya avisan de que el PP no va a pasar «ni una» a Sánchez.

En ese escenario de tensión máxima, la batalla interna con Ayuso parece haber pasado a un segundo plano. Al menos, y por el momento, de puertas afuera.