Aragonès aprueba las cuentas que han roto la unidad independentista

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El presidente Pere Aragonés (ERC) saludando a la líder de los comunes en el Parlamento catalán, Jéssica Albiach, en una imagen de archivo.
El presidente Pere Aragonés (ERC) saludando a la líder de los comunes en el Parlamento catalán, Jéssica Albiach, en una imagen de archivo. Quique García | Efe

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña fija un 25 % de castellano a otra escuela de una localidad barcelonesa

24 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El independentismo bautizó esta legislatura como la del 52 %, en alusión al porcentaje de votos obtenido por los nacionalistas en las últimas elecciones autonómicas. Pero a las primeras de cambio la mayoría independentista ha saltado por los aires. Con los votos a favor de Esquerra y Junts y la abstención de En Comú Podem, el Parlamento catalán aprobó ayer los Presupuestos de la Generalitat. Desde el 2010, cuando gobernaba José Montilla, Cataluña no había sido capaz de empezar el año con las cuentas validadas. En el primer semestre de su mandato, Pere Aragonès ya ha dado un giro a la legislatura. Fue investido gracias a los votos de la CUP, que ayer dio por roto el pacto y cargó con dureza contra el Ejecutivo catalán.

El debate presupuestario sirvió para certificar el cambio de alianzas y escenificar la entrega del testigo por parte de la CUP a los comunes como socios del Gobierno autonómico. En Comú Podem gana peso en la política catalana y también en la estatal, con el reciente nombramiento del ministro Joan Subirats.

El Ejecutivo catalán sigue sin descartar a los antisistema, a los que califica de socios «preferentes». En cambio, estos aprobaron recientemente su nueva estrategia, que pasa por intentar «desestabilizar» al Ejecutivo catalán y tratar de forzar otro referendo.

El nuevo socio es En Comú Podem, que a cambio se aseguró el apoyo de los republicanos a las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona, que también fueron aprobadas ayer.

La mayoría secesionista ha saltado por los aires. Más aún después de que el miércoles por la noche, PSC, ERC y Junts alcanzaran un acuerdo para la renovación de los cargos de algunos organismos autonómicos, como la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, el Consejo del Audiovisual de Cataluña, el Síndic de Greuges y la Autoridad Catalana de Protección de Datos. Un acuerdo que durante los años del procés no fue posible.

Así. ERC y Junts levantaron el cordón sanitario que habían impuesto al PSC durante la campaña. La Generalitat, a través de la Consejería de Educación, en manos de ERC, ha empezado a sondear además a los socialistas para buscar un acuerdo sobre la inmersión lingüística.

Entretanto, el Tribunal Superior catalán ordenó a un centro de educación infantil de Cubellas, en Barcelona, que imparta en una de sus clases el 25 % de las horas en castellano, como había impuesto en otro de Canet de Mar y en una treintena de centros, que tienen que dar más horas en español por orden judicial. El tribunal ha estimado parcialmente en este caso una denuncia de una familia que pidió la escolarización en catalán y castellano a partes iguales para su hijo. Hay unos 35 centros pendientes de aplicar resoluciones judiciales similares y una decena de familias están a la espera de que los jueces resuelvan sus casos.