La polémica se ha trasladado este jueves al hemiciclo, donde Nadia Calviño ha acudido a defender un decreto ley. El diputado del PP Miguel Ángel Paniagua ha aprovechado su presencia para tachar de «intolerable» su «falta de respeto» hacia Casado. «No se lo podemos permitir, no hay ninguna justificación y debe rectificar cuanto antes», le ha exigido, incidiendo en la necesidad de que se asuman «responsabilidades» por intentar «ocultar abusos a menores tuteladas bajo gobiernos socialistas». «Usted estará asqueada, pero le aseguro que más asqueados están los españoles de su comportamiento mezquino y que lo es peor, de los resultados nefastos de su gestión económica», le ha soltado. Finalizado el debate, ya en los pasillos del Congreso, Calviño ha evitado aclarar si confesó sentirse «asqueada» ante Casado por su intervención en la sesión de control. Sí se ha mostrado «sorprendida» por las «acusaciones personales» que, ha dicho, se le acababan desde la tribuna de oradores. «Se está utilizando un tono que no corresponde en absoluto se debe tener un foro como la sede de la soberanía nacional», se ha quejado.
Desde el entorno de la Vicepresidencia Primera se ha precisado que el adjetivo que utilizó Calviño en su conversación con Casado no fue «asqueada», sino «descompuesta». Según esta versión, ante la insistencia del líder del PP en acusar al Gobierno de estar «encubriendo» casos de abusos sexuales a menores, la ministra le preguntó si era consciente de las acusaciones que estaba vertiendo. La conversación entre ambos habría acabado ahí, pero después Calviño charló brevemente con Martínez- Almeida al que, admiten desde su entorno, sí le hizo el comentario de que su «jefe», en referencia a Casado, «está desequilibrado».