La comunidad educativa que aboga por el monolingüismo, mayoritaria en la enseñanza, le aprieta para que lidere la defensa del catalán. Hasta la fecha, la educación no universitaria en Cataluña se ha basado en un modelo que sitúa el idioma catalán como única lengua vehicular en la enseñanza. Todas las asignaturas se imparten en catalán en la escuela pública y la concertada, salvo las dos o tres horas semanales de castellano e inglés.
Un informe en un cajón
A partir de la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto, la justicia ha obligado al Gobierno catalán a impartir al menos el 25 % de las clases en castellano. La Generalitat no tendría que hacer muchos cambios para acatarla. Según datos de la Generalitat, el castellano se emplea un 18 % en la primaria, el 19 % en la secundaria y el 26 %, en el bachillerato. La Consejería de Educación, en manos de ERC, ya elaboró en la pasada legislatura un informe que actualizaba el modelo lingüístico y contemplaba reforzar el castellano en aquellas zonas donde el catalán es mayoritario y a la inversa, potenciar el catalán en las áreas metropolitanas.