El Gobierno encara tres semanas clave para decidir el futuro de la legislatura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / ALA VOZ

ESPAÑA

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, en una sesión en el Congreso.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, en una sesión en el Congreso. EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

Un pacto en la reforma laboral y los Presupuestos le daría vía libre hasta el 2023

08 dic 2021 . Actualizado a las 04:14 h.

Tres semanas que pueden decidir una legislatura. El Gobierno afronta el tramo final del año con un calendario político y parlamentario clave para que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, alcance su doble objetivo de consolidar su mayoría de la investidura y agotar su mandato. En el Senado, el reto inmediato es conseguir que las cuentas públicas salgan de la Cámara Alta no solo después de haber rechazado las enmiendas a la totalidad, sino también sin una sola enmienda parcial, para evitar una nueva votación en el Congreso. Algo para lo que necesitará reconducir la relación con sus socios de ERC, que pretenden forzar la negociación hasta el último minuto.

Para lograrlo, el Ejecutivo tendrá que buscar un acuerdo en la ley audiovisual que permita a los republicanos catalanes salir airosos de su órdago para establecer cuotas en catalán a las grandes plataformas internacionales. El otro gran reto, en este caso con la premura impuesta por la Comisión Europea para materializarlo antes de fin de año, es un pacto con los agentes sociales sobre la reforma laboral, para lo que el Ejecutivo ha cedido ya ante la patronal modificando su propuesta inicial en torno a los límites en la temporalidad en el empleo. Un paso atrás que debe ser corroborado no solo por los sindicatos y por Unidas Podemos, sino también por los aliados parlamentarios del Gobierno situados más a la izquierda.

La tensión en la coalición aumenta a medida que se acerca el fin de año, porque la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, inmersa en una campaña para propulsar un nuevo espacio político a la izquierda del PSOE que trascienda las siglas de Unidas Podemos, necesita evitar la imagen de una cesión ante la patronal en un asunto clave para Unidas Podemos como el de la comprometida derogación de la reforma laboral aprobada por el PP.

La nueva norma, acordada con la patronal, debe ser presentada ante la Unión Europea antes del 1 de enero para poder acceder a un nuevo paquete de 11.500 millones de euros de los fondos de recuperación de la UE. El Ejecutivo también se ha comprometido, aunque en este caso con un plazo menos estricto, a aprobar una ley de vivienda que cuenta con la dificultad añadida de las divergencias internas en la propia coalición de gobierno en lo que se refiere al control de los precios del alquiler. 

Amenaza del calendario electoral

Pero si Pedro Sánchez consigue en estas tres semanas enderezar esas tensiones con sus socios de coalición y de investidura, verá despejado el escenario político para agotar la legislatura. Aprobando sus segundos Presupuestos como presidente podría llevar su mandato hasta finales del 2023 incluso en el caso de que se produjera una ruptura con sus aliados, con el comodín de poder prorrogar las cuentas públicas una vez recibido el primer paquete de los fondos europeos.

La consolidación de una mayoría parlamentaria que dé estabilidad a su Gobierno es clave para Sánchez, dado que el PP podría jugar la baza de adelantar las elecciones no solo en Andalucía, sino también en Castilla y León. Y el resultado de esos comicios podría ponerle en aprietos en caso de que los populares lograran mayorías amplias que reflejaran un vuelco en el tablero político.