Yolanda Díaz arropa a los comunes en Barcelona e insiste en «tejer alianzas» en la izquierda

M. A. Alfonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante la asamblea nacional de los comunes celebrada este domingo
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante la asamblea nacional de los comunes celebrada este domingo Toni Albir

Colau presiona para que la ministra se postule como candidata electoral

22 nov 2021 . Actualizado a las 19:43 h.

La asamblea que los comunes celebraron este pasado fin de semana en Barcelona no solo sirvió para renovar el liderazgo de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, también acabó convirtiéndose en el segundo capítulo de la nueva plataforma política que está diseñando la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Si el primero fue la foto de ambas en Valencia junto a Mónica Oltra (Compromís), Fátima Hamed (MDyC) y Mónica García (Más Madrid), la instantánea de ayer es «la continuidad» de aquella, señaló la regidora de la Ciudad Condal, al tiempo que auguró que se volverán a repetir estos encuentros: «Después de Barcelona habrá mucho más. Esto es imparable, entre diversas nos juntaremos».

Hay mucha ilusión entre los militantes del espacio político situado a la izquierda del PSOE por recuperar un proyecto común, aunque en las directivas de partidos como Compromís, Más País o Podemos aún hay dudas del encaje final. El proyecto de Díaz es todavía embrionario, pero nadie quiere quedar relegado a un papel secundario en una hipotética coalición.

En esta ocasión, en la foto estaba también el ministro de Consumo y coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, aunque las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero excusaron su presencia por «motivos de agenda» (tampoco acudieron al acto unitario de Valencia). Eso sí, la primera envió un vídeo en calidad de secretaria general del partido morado en el que augura que: «En los próximos meses nos espera una etapa fascinante y prometedora, para ello vamos a necesitar todas las manos y todas las miradas». La dirigente más destacada de su formación en la cita fue Lilith Verstrynge, secretaria de organización, que actuó como convidado de piedra. Estaba sentada en primera fila, pero no intervino. Sí lo hizo Garzón, quien señaló la semana pasada, una vez más, a Díaz como cabeza de lista de la candidatura. «Tenemos por delante una oportunidad política que no debemos desaprovechar, hay que trabajar conjuntamente. Lo importante es el qué y no el quién, es ahí donde nos tenemos que encontrar», señaló.

Pero fue Díaz la que se llevó la gran ovación. La vicepresidenta segunda no se refirió en ningún momento al acto de Valencia, del que sigue opinando que no fue el nacimiento «de nada» y solo una oportunidad para «dialogar». En cambio, sí defendió la necesidad de «tejer alianzas». Colau fue, de nuevo, la más clara en apostar por el futuro «frente amplio» y redobló la presión sobre Díaz para que se postule como candidata electoral. Aunque reconoció que esta «nunca» quiso ser presidenta ni una líder mundial, no le dejó otra elección y aseguró que «le ha tocado serlo porque España necesita un liderazgo como el suyo».

La alcaldesa de Barcelona explicó después que no quiere «forzar» a Díaz. «Jamás lo voy a hacer y aquí lo digo. Habrá que respetarla siempre, sea cual sea su voluntad, y ya tomará esa decisión», zanjó. Colau repitió que el acto en Valencia «no fue una anécdota».