Aunque en el ojo del huracán de estos grupos se encuentra la Ley de Amnistía, razón por la cual PSOE y Unidas Podemos trataron este miércoles de acercar a su terreno a sus socios habituales. Entre las enmiendas presentadas también está la de «mejorar» los protocolos para la exhumación de fosas; la creación de una Oficina de Víctimas del Franquismo o el refuerzo del Fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática encargado de investigar los hechos cometidos durante el golpe de Estado del 36, la Guerra Civil y la dictadura.
La vía Ciudadanos
El Gobierno también contactó esta semana con Ciudadanos para sondear su disposición a negociar la nueva ley. El portavoz de la formación naranja en el Congreso, Edmundo Bal, no descartó sumarse a una hipotética negociación siempre y cuando se atendiesen algunas condiciones que parecen difíciles de asumir para el Ejecutivo, mientras que Rufián lamentó que se hubiesen producido conversaciones entre ambos partidos. «Ciudadanos hace unos días votó a favor de poner una calle a Millán Astray. Querer negociar con ellos una ley de memoria es insultante. O con unos, o con otros», espetó el portavoz republicano al mismo tiempo que afirmaba «confiar en que Unidas Podemos no trague con ello».