Sánchez redefine su estrategia y marca distancias con sus socios de coalición

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

l presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el acto conmemorativo del 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, en Casa de América, en Madrid.
l presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el acto conmemorativo del 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, en Casa de América, en Madrid. ALBERTO ORTEGA / EUROPA PRESS

El presidente abandona la confrontación con Díaz Ayuso y centra sus críticas en Pablo Casado

16 nov 2021 . Actualizado a las 08:42 h.

Los últimos movimientos en el tablero político de la izquierda y la crisis interna abierta en el PP han generado una revisión de la estrategia política de Pedro Sánchez. Aunque el presidente del Gobierno insiste en que las elecciones están muy lejos porque agotará la legislatura, los socialistas preparan ya la maquinaria electoral para resituar su discurso y definir sus armas. 

Socialdemocracia

Giro a la moderación. Tras un inicio de legislatura en el que Sánchez inclinó la balanza en favor de Unidas Podemos en sus disputas con la vicepresidencia Nadia Calviño, dando así al Gobierno un claro sesgo de izquierda, el jefe del Ejecutivo ha dado un giro y centra ahora su discurso en la defensa de la «socialdemocracia», imprimiendo un tono moderado a sus propuestas, que incluyen un reforzamiento de la figura de Calviño en un momento clave en el que el Ejecutivo se juega la llegada de los fondos europeos al cumplimiento de unas reformas que chocan con sus socios de coalición.  

Distancia con Díaz

Del apoyo de Sánchez al ninguneo. La creciente popularidad de Yolanda Díaz ha marcado un enfriamiento de su relación con Sánchez, que hasta hace poco le daba un trato preferencial. Hace solo un mes, el jefe del Gobierno respaldaba la plataforma que impulsa la vicepresidenta del Gobierno asegurando que es necesario que «todo el espacio progresista esté en plena forma» para gobernar tras las próximas elecciones. Pero este lunes, el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, minusvaloró tras la reunión de la ejecutiva socialista la importancia del acto protagonizado en Valencia el pasado sábado por Yolanda Díaz junto a otras dirigentes de izquierda, afirmando que «no es la primera vez que aparecen nuevos proyectos políticos» o nuevas formaciones, ni tampoco «la primera vez que esas formaciones terminan desapareciendo, desintegrándose o uniéndose a otras». Si el análisis anterior de Sánchez era que había que cuidar la figura de Díaz para impedir un derrumbe de Unidas Podemos que pusiera en peligro una mayoría tras las elecciones, ahora la estrategia es impedir que la plataforma que impulsa la vicepresidenta crezca a costa del PSOE gracias a la unidad a la izquierda del PSOE en territorios en los que estaba más dividida. 

El voto Útil

La prueba de los Presupuestos. La estrategia es acentuar el perfil socialdemócrata para ampliar la base electoral y presentar al PSOE como el voto útil de izquierda para los que quieren frenar a la derecha y la ultraderecha, pero desde una posición moderada. Esa estrategia será puesta a prueba, sin embargo, en la aprobación de los Presupuestos, en donde la presión para mantener las políticas más a la izquierda no solo es de sus socios de Gobierno, sino también de sus aliados de ERC y EH Bildu, imprescindibles para aprobar las cuentas. 

Madrid

El rival es Casado, no Ayuso. Sánchez ha modificado también su estrategia política frente al PP. Aunque impulsa la descentralización administrativa para reforzarse en otros territorios, ha dejado de entrar en las provocaciones de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y ya no confronta con ella para minusvalorar el liderazgo de Pablo Casado. Ahora, Sánchez entra en el cara a cara con el líder del PP, centrando directamente en él sus ataques. En esa estrategia pesa el hecho de que los sondeos empiezan a consolidar la figura de Casado y lo sitúan ya muy cerca de poder gobernar alcanzando la mayoría absoluta con Vox.