Los aliados del Gobierno se quejan de la falta de diálogo y amagan con los Presupuestos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Ortega | Europa Press

El BNG presenta enmiendas por valor de 1.500 millones

13 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«De Presupuestos no vamos a hablar. Espero que vaya bien. Ya hablaremos». Aitor Esteban acabó de esta manera tan retranqueira su intervención del miércoles en el Pleno sobre la UE. El portavoz parlamentario del PNV clavaba la mirada en Sánchez mientras esbozaba una media sonrisa, como haciendo entender al presidente que, pese a que en ocasiones pueda aparentarlo, no disfruta de mayoría absoluta. Y pese a que recientemente superó el primer gran escollo con la votación de enmiendas a la totalidad, el Gobierno sigue necesitando a sus aliados para aprobar definitivamente las cuentas del 2022.

Néstor Rego trasladaba a este periódico hace una semana la falta de comunicación con el Ejecutivo para negociar su apoyo a las cuentas. Solo una reunión. Buena voluntad y nada concreto. Ante la falta de oportunidades, el diputado del BNG aprovechó la ocasión que se le presentó el miércoles en el mismo pleno para exigir un mejor trato a «Galiza» con los Presupuestos. «Si por usted fuera, el 100% de los Presupuestos estarían en Galicia», replicó Sánchez.

El BNG lleva trabajando un par de semanas en las enmiendas parciales que presentará a las cuentas y que, confía, al menos alguna de ellas cuente con el visto del Ejecutivo. En total son 280 enmiendas con las que trata de que aumenten a última hora las partidas destinadas a Galicia. El pasado curso, cuando el BNG se convirtió en la única fuerza de las que apoyó la investidura que se acabó descolgando de las cuentas del 2021, habían presentado 234 enmiendas, de las cuales no les concedieron ni la primera.

Esta vez el valor de las enmiendas asciende a unos 1.500 millones de euros, entre los que destaca una partida de 200 para invertir en Alcoa, pero también líneas para la creación de una red de cercanías. Según expusieron ayer en Santiago el propio Rego y la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, todas tienen un eje vertebrador: «a defensa dos intereses de Galiza». De este modo, advirtieron al Gobierno de que pese a que «o punto de partida é lixeiramente mellor que o pasado ano (la inversión territorializada subió un 22%, hasta los 1.074 millones)», su posicionamiento del BNG todavía está en el aire.

En el BNG son conscientes que, a diferencia de la investidura, su voto ya no es tan trascendental, pero fuentes dentro de la ejecutiva advierten que la legislatura puede dar muchas vueltas, denunciando cierta falta de miras en el Palacio de la Moncloa.

EH Bildu realizó ayer en el País Vasco una escenificación similar a la de los nacionalistas gallegos, con la portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, junto al coordinador general, Arnaldo Otegi. Ambos advirtieron al Gobierno que tendrá que ganarse sus votos, los cinco de EH Bildu y los 13 de ERC, si «quieren seguir manteniendo la ventana abierta de oportunidad», aunque según recoge Efe también evidenciaron su voluntad por «no bloquear».

Para el Ejecutivo, solo faroles

Por su parte, la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, apeló a Sánchez a moverse si quieren su apoyo, tras recriminar que hasta ahora no han visto una actitud por su parte que permita avalarlos. «Nuestra voluntad no es de bloqueo, pero nuestros votos no son gratis ni a cambio de nada», dijo.

En el Ejecutivo se muestran incluso más tranquilos de lo que se mostraban hace un mes y dan los Presupuestos ya como aprobados. Los anuncios de sus socios parlamentarios los circunscriben a cierta necesidad de estos de aparentar firmeza ante sus electores. Es decir, faroles.