El presidente del Gobierno ha comenzado su comparecencia asegurando que «España va mejor», en comparación con la situación que se vivía hace un año
10 nov 2021 . Actualizado a las 18:33 h.Pedro Sánchez y Pablo Casado volvieron a enzarzarse con motivo de la comparecencia del presidente del Gobierno para dar cuenta al Congreso de la última cumbre de la UE y del Consejo Europeo celebrado el 21 y 22 de octubre. «Me da vergüenza ajena», afirmó el secretario general socialista, tras acusar al líder popular de «transmitir mensajes erróneos a la ciudadanía». «Me da vergüenza ajena lo que dicen en los foros europeos. Da vergüenza que plantee que yo voy a ir con dádivas repartiendo los fondos a dedo», dijo, tras advertirle que es precisamente él quien «queda mal», incluso ante sus compañeros de partido en otros países. «Se lo digo en serio. Cuando escucho algunas cosas que dicen sus colegas de usted... Da vergüenza ajena escucharle hablar de la evolución de la pandemia», le afeó, retándole a responder si «España está en recuperación o en quiebra», como volvió a sugerir Casado tras haberlo afirmado en una entrevista.
Casado respondió con la misma moneda: «No le digo lo que piensan sus socios europeos por respeto, pero ya saben que miente más que habla».
Recurso ante el TC
El presidente del PP amenazó con acudir al Tribunal Constitucional si aprecia «cualquier discrecionalidad» y «reparto a dedo» de los fondos europeos. Casado destacó tres «rasgos fundamentales» del Gobierno de Sánchez: la «arrogancia, las mentiras y la incompetencia. Deje de ser la oveja negra de Europa y el cuello de botella de la recuperación. Y si no sabe o no quiere, ya vendremos nosotros por tercera vez tras la quiebra de un gobierno socialista», afirmó.
La credibilidad
La verdad, ni al médico. La credibilidad, o la falta de la misma, es una de las batallas en la que se encuentran inmersos el PP y el PSOE. «Somos un Gobierno que cumple». Pedro Sánchez repitió ayer esta idea en varias ocasiones y sobre diversos temas, justo cuando la estrategia de la oposición está centrada a señalar el poco valor de la palabra del jefe del Ejecutivo, recordando los indultos o los pactos con Podemos y Bildu. «¡Si usted no le dice la verdad ni al médico!», reprochó Casado. «¿No se le pone la cara roja de tanto mentir?».
Ataque con Feijoo
Bonos culturales. Sánchez puso un pie en Galicia para zafarse de parte de los ataques del principal partido de la oposición, desde donde le acusan de practicar el populismo con los bonos culturales. «Si lo hace Feijoo, no son políticas peronistas ni chavistas; si lo hace Pedro Sánchez, sí lo son», ironizó mirando a Casado.
Otra de las referencias a Galicia llegó en su réplica a Néstor Rego, el diputado del BNG, quien también le afeó su falta de credibilidad: «Cumplan el acuerdo de investidura, cumpla con Galiza en los Presupuestos», dijo, lamentando que la mayoría de los acuerdos firmados hace ya dos años todavía siguen pendientes. Y algunos en los que se ha avanzado, como la rebaja en la AP9, no se llevaron a cabo según lo acordado. Siguiendo con las carreteras, Rego denunció que el Gobierno pretende implantar «medidas antigalegas», como la «aplicación de peajes en las autovías» que ultima el Ejecutivo. «Para usted todo es insuficiente. Si por usted fuera, el 100% de los Presupuestos Generales del Estado estarían en Galicia», respondió Sánchez.
La pandemia
Baile de cifras. «Con todas las precauciones, podemos decir que la evolución es positiva respecto a los países de nuestro entorno. España sufre una incidencia muy por debajo. Lo hacemos con humildad, pero con el orgullo de estar haciendo las cosas bien», dijo Sánchez. «Es un orgullo escuchar a otros líderes europeos preguntarme cómo lo está haciendo tan bien España», presumió. Casado, tras acusar a Sánchez de rebajar el número de fallecidos por coronavirus, cuestionó el papel del Gobierno con la vacunación. «¿Pero de qué presume? ¿De poner una pegatina? Luego se escondió», denunció.
Polémica con Abascal
La vacunación. Uno de los momentos más tensos llegó cuando Sánchez presionó a Abascal para que aclarara si se había vacunado. El líder de Vox reprochó al presidente del Gobierno que había quebrado «una regla básica de educación». «Yo a usted le veo demasiado delgado, incluso con mala cara, no sé si tiene alguna enfermedad infecto contagiosa, pero no me tiene que dar cuenta y deseo que se reponga», dijo, tras acusarle de «pisotear los derechos y las libertades de todos los españoles».
