Batet cede ante la presión del Supremo y abre la vía para retirar el escaño a Alberto Rodríguez

Miguel Ángel Alfonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Alberto Rodríguez, exdiputado de Unidas Podemos, en una imagen de archivo.
Alberto Rodríguez, exdiputado de Unidas Podemos, en una imagen de archivo. Zipi | Efe

La presidenta del Congreso busca evitar un conflicto entre dos poderes del Estado y solicita al tribunal que aclare cómo debe ejecutar la sentencia

21 oct 2021 . Actualizado a las 20:53 h.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, optó este jueves por el único camino que podía atajar el conflicto institucional que se estaba fraguando entre el Tribunal Supremo y el órgano que preside. Decidió reabrir la vía para retirar el escaño al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, en contra de la decisión adoptada el martes por la Mesa de la Cámara Baja. Aunque antes, el órgano pedirá al alto tribunal que le aclare la sentencia tras una votación en la que PSOE y Unidas Podemos volvieron a imponer su mayoría por cinco votos a tres (dos del PP y uno de Vox en contra) y en la que Batet se abstuvo de participar.

No fue un arbitrio sencillo, en mitad de un debate marcado por la postura de los letrados del Congreso, que interpretaron en un informe que la sentencia de un mes y quince días de multa a Rodríguez con la accesoria de inhabilitación para el sufragio pasivo ya estaba cumplida por el pago de la multa que el parlamentario morado ya abonó.

En el otro lado, los magistrados del Supremo, «perplejos» por este escrito, al que tacharon de «reinterpretación» del fallo.

La balanza terminó por inclinarla un oficio remitido el miércoles a Batet por parte del presidente de la Sala Segunda (de lo Penal) del Supremo, Manuel Marchena, en la que solicitaba que la presidenta del Congreso le comunicara la fecha de inicio de la inhabilitación. Una manera de exigirle que se cumpliera con la sentencia.

Reunión bronca

La presidenta del Congreso convocó este jueves una reunión de urgencia de la Mesa para dar respuesta a Marchena. El debate, que se alargó más allá de las dos horas y media, fue bronco y Batet, según algunos de los asistentes, decidió pronunciarse por primera vez. Aconsejada por el secretario general del Congreso, asumió su responsabilidad personal y anunció su decisión de dar cumplimiento a la sentencia y proceder a la retirada del escaño de Rodríguez. Tenía «claro» desde el principio que el diputado debía haber perdido su escaño en virtud de la condena.

Pero tampoco se acabó por resolver en ese momento. PSOE y Podemos exigieron que se solicitara antes una aclaración de ejecución de sentencia, algo que se aceptó tras someterlo a votación. «Voy a ser claro, aclarar no quiere decir inventar. Según los letrados, la sentencia no dice de forma expresa que nuestro diputado deba perder el escaño», sostuvo tras la reunión el diputado de los morados Gerardo Pisarello, miembro de la Mesa.

«Influencias externas»

Mientras en el PSOE guardaban silencio, desde Vox, el vicepresidente cuarto de la Mesa, Ignacio Gil Lázaro, celebraba la decisión de Batet, aunque insinuó que puede haber «influencias externas» que acaben decantando a la presidenta del Congreso por no retirarle el escaño a Rodríguez.

«No es la Mesa ni la presidenta los que deciden retirar el escaño a un diputado, es el Supremo», zanjó. De igual modo se expresaron desde el PP. «El escrito del Supremo ha sido claro, por eso pedimos a la presidencia del Congreso que no dilate más la situación», acució Ana Pastor.

Desde fuera de la Mesa, Ciudadanos tachaba de «espectáculo» la jornada vivida este jueves en la Cámara Baja. El diputado naranja Miguel Gutiérrez considera «absolutamente inconcebible» que la presidenta del Congreso no hubiera tomado la decisión en firme. También afirmó que el PSOE «no tendría dudas» sobre la interpretación de la sentencia si el afectado fuera diputado de otro grupo distinto de Unidas Podemos, su socio en el Gobierno de coalición.