El Gobierno ve insuficiente el gesto de Otegi y le pide que condene a ETA

p. de las heras / i. gil / a. lorente MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Jesús Eguiguren, negociador con Batasuna siendo presidente Aznar, estrecha la mano de José Luis Rodríguez Zapatero en presencia del exlendakari Patxi López.
Jesús Eguiguren, negociador con Batasuna siendo presidente Aznar, estrecha la mano de José Luis Rodríguez Zapatero en presencia del exlendakari Patxi López. H.Bilbao

Rebaja la euforia del PSOE e insta a la izquierda aberzale a pedir «perdón»

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno reconoció ayer como un paso en la buena dirección la asunción, por parte de Arnaldo Otegi, de que el dolor causado a las víctimas de ETA «nunca debería haberse producido», pero evitó sumarse al entusiasmo mostrado la víspera por la dirección del PSOE. Su portavoz, Isabel Rodríguez, advirtió que el gesto es insuficiente e instó a la izquierda aberzale a pedir perdón y a condenar los homenajes a los presos de la banda.

En la Moncloa matizan que la exigencia no supone una rectificación a las palabras del exlendakari y recién designado secretario socialista para la Memoria Histórica, Patxi López. «Una cosa es la posición del partido y otra la respuesta institucional», alegan.

El que fuera jefe del Ejecutivo vasco entre el 2009 y el 2012 calificó el paso dado por el líder de EH Bildu de «punto de inflexión» y fuentes del PSE admiten que si la formación independentista sigue avanzando en esa dirección, en un futuro relativamente próximo no sería descartable una alianza tripartita para, junto con Podemos, desbancar al PNV del poder. Una posibilidad que tiene «muy nerviosos», admiten, a los nacionalistas vascos.

López insistió ayer en su valoración. «Lo que hizo Otegi fue una especie de enmienda a la totalidad de la propia existencia del terrorismo», dijo. Y no se quedó solo en su posición. El expresidente Rodríguez Zapatero -con quien participó en Guernica en un acto del PSE, en conmemoración del décimo aniversario del fin de la violencia-, también defendió que las palabras de Otegi marcan «un antes y un después» y apeló a luchar por la convivencia.

Rodríguez, también ministra de Política Territorial, esgrimió además que no hay contradicción entre sus advertencias y que el Ejecutivo haya normalizado la relación parlamentaria con EH Bildu, desde que, junto con ERC, facilitó la investidura de Pedro Sánchez. En el inicio de la legislatura, los socialistas negaban que ese respaldo fuera fruto de negociación alguna, pero después el grupo liderado en la Cámara Baja por Mertxe Aizpurua fue incluido con normalidad en las rondas de contactos del Ejecutivo con los grupos parlamentarios y el pasado año apoyó los Presupuestos.

«Voluntad del pueblo»

La portavoz argumentó que el Gobierno siente «respeto absoluto» por todas las representaciones parlamentarias porque todas son reflejo de la «voluntad del pueblo español». «Lo que pedíamos era que se defendieran las posiciones con la palabra y no con las armas», esgrimió. Así, echó en cara al PP que pretenda llevar a votación en el Congreso una iniciativa para que Bildu sea excluida de los acuerdos que promueva el Gobierno. Rodríguez adujo que uno de los elementos que permitió derrotar a ETA fue, precisamente, la unidad de todos los demócratas. «Este Gobierno sigue participando de esa idea. No hay que dar ni un espacio, ni un titular, ni una consideración a ETA sin la unión de los demócratas», señaló.

Por su parte, el lendakari Urkullu rebajó el suflé del anuncio de Otegi y advirtió de que todavía queda mucho por recorrer. Admitió, eso sí, que es positivo que hayan reconocido «el sufrimiento» causado a las víctimas de ETA, pero este paso, indicó, no supone nada extraordinario porque «no ha hecho autocrítica de su pasado» ni ha dicho que la organización terrorista no debió existir.