Jordi Pujol pide ser absuelto de cara al juicio oral donde se sentará en el banquillo junto a sus siete hijos

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Jordi Pujol, en una imagen de archivo.
Jordi Pujol, en una imagen de archivo. Benito Ordóñez

El expresidente de la Generalitat alega que su padre le depositó dinero en el exterior para compensar el «riesgo político» que asumía. «Nunca, en el ejercicio de su alta función pública, Jordi Pujol i Soley torció su recto y digno ejercicio», afirma la defensa

18 oct 2021 . Actualizado a las 17:29 h.

El ex presidente catalán Jordi Pujol ha solicitado la libre absolución en el proceso que se sigue contra él y sus siete hijos por formar presuntamente una organización criminal que se habría enriquecido durante décadas valiéndose de su cargo, insistiendo en situar el origen de su fortuna en un depósito de dinero en el extranjero que hizo su padre, Florenci Pujol, para amortiguar el impacto económico que pudiera tener para la familia el «riesgo político» asumido por su hijo.

En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso Europa Press, Pujol asevera que «no existe un solo ingreso en el patrimonio de sus hijos y esposa que tenga relación causal con un abusivo e ilegítimo ejercicio de su autoridad y potestades públicas», por lo que concluye que «procede la libre absolución».

Así, el otrora jefe del Gobierno catalán cuenta que su carrera profesional empezó con «una fuerte vinculación a su padre», con quien detalla que tuvo entre manos «proyectos de tanta dimensión» como los Laboratorios Fides o Banca Catalana.

Sin embargo, explica que «pronto la actividad política pasó a reclamar el mayor empeño y esfuerzo», hasta el punto de que «la propia actividad económica quedó también reorientada y al servicio del proyecto político». En este sentido, menciona la publicación de la Enciclopèdia Catalana o de la Revista Destino.

«La profunda inestabilidad política y los riesgos» que Pujol asumía provocaron «inquietud y desasosiego» en su padre, que aventuraba un «futuro incierto» para su hijo y su descendencia, relata.

Pujol expone que, para «garantizar la estabilidad económica de su nuera y nietos», su padre les hizo saber que «constituía un depósito en el exterior, con el deseo que se mantuviera unido e intacto, para amortiguar futuras eventualidades de necesidad económica por el riesgo político» que asumía el expresidente catalán.

Al morir su padre, Pujol indica que se fortaleció el deseo de «respetar su voluntad» con relación a esos «fondos familiares», que entonces ascendían a 140 millones de pesetas en dólares.

Asegura que ese dinero «no guarda relación alguna» con sus cargos políticos. «Nunca, en el ejercicio de su alta función pública, Jordi Pujol i Soley torció su recto y digno ejercicio», afirma la defensa, destacando que actuó así incluso «desoyendo el interés general por motivaciones económicas que favorecieran el interés particular o de sus hijos».

En la misma línea, el escrito añade que Pujol «no se prestó jamás a desplegar gestiones de invitación, incitación, sugerencia o influjo de prevalimiento sobre autoridades resolventes o funcionarios informantes en interés o a petición de sus hijos o cónyuge, ni tampoco fue nunca requerido por éstos en esa dirección».