Los animales de La Palma también están protegidos gracias al trabajo de los voluntarios

ESPAÑA

Santiago Garrido

La protectora Benawara se encarga de atender a mascotas y ganado de las familias desalojadas

04 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las personas desalojadas en La Palma, ya sea por perder sus casas o como medida preventiva ante lo que pueda pasar con el volcán, se cuentan por millares (hasta casi seis mil). Los animales de esas familias que no pueden acompañarlos en sus viviendas temporales, por centenares. Gracias al trabajo de los voluntarios que los recogen y de las familias que los acogen, este cambio es más llevadero. Voluntarios que trabajan en Siacan, en El Paso, con la protectora Benawara, en Los Llanos, que se está encargando de gestionar la recepción de mascotas gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Los Llanos, que ha cedido el polideportivo del instituto Eusebio Barreto Lorenzo. Es el gran centro de acogida de, sobre todo, perros. Con un control exhaustivo de cada animal, incluido el veterinario, en una carpa cedida por la Cruz Roja, y una ingente cantidad de donaciones de alimentos de empresas y particulares. Lo explica la presidenta de Benawara (un nombre que homenajea a los antiguos pobladores de la isla, antes de la llegada de los peninsulares), Esther Campos, afectada además por el terremoto: fue ya desalojada en las primeras horas del domingo 19 de su casa de Puerto Naos. Ella, y sus cuatro gatos. Comprometida con el bienestar animal, desde el inicio se puso manos a la obra para garantizar la salvaguarda de decenas de mascotas. De momento, más de un centenar, relata visiblemente cansada tras dos semanas de una actividad frenética. Benawara, que ya ha actuado en otras situaciones de crisis como incendios de grandes proporciones, es una entidad sin ánimo de lucro que se mantiene gracias a las ayudas que le van llegando.

Pero no todos los afectados son mascotas. En la zona más dañada de La Palma no abunda el ganado. Sí se ve algo más hacia el norte, en la zona que sube hacia Garafía o Barlovento, pero menos en Los Llanos o El Paso. Pero algo hay, claro. Y ha habido que salvarlo. Una explotación platanera de Argual, en Los Llanos, que tiene una cuadra, acoge desde hace días solidariamente nueve vacas y terneros de una zona que fue desalojada, y un buen grupo de cabras de una vivienda que fue pasto de la lava. El agricultor que les ha dado cobijo accede sin problema a mostrar los animales y hasta a dar una didáctica explicación sobre las plantaciones de plátano (un mundo complejo, pese a parecer lo contrario), pero pide que no salga publicado su nombre. La dueña de los animales también le ha ofrecido compensar los gastos, y no ha querido. «Tenemos que ayudarnos, cualquier día me hace falta a mí que me echen una mano», justifica. Pero sí ha aceptado donaciones de alimentos para los animales: pacas de hierba seca (de las que se cargan con máquinas, no con los brazos), trigo (de una panadería), pienso... Y así, el tiempo que haga falta.