Miguel Cid, entrenador ourensano en La Palma: «Más que la pérdida material, es el daño psicológico»

M. RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

ESPAÑA

Lleva 31 años residiendo en la Isla Bonita, y por su trabajo como empleado público y entrenador de fútbol conoce a mucha gente

03 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque vive en la zona este de la isla de La Palma, el rugido del volcán Cumbre Vieja se oye con fuerza desde la casa de Miguel Cid, ourensano de Vilar de Barrio que desde hace 31 años reside en la Isla Bonita. «Vivo a unos 30 kilómetros del volcán y el domingo se oyó perfectamente. Hasta el jueves, que parece que cambió el viento, había mucha ceniza, parecía una cosa de locos». Por su trabajo como empleado público y entrenador de fútbol, Miguel Cid conoce a mucha gente. Su familia, mujer e hijos, son palmeros y cuenta que siempre se encontró muy a gusto en la isla. «Me recuerda a Galicia», apunta.

Sin embargo, el ánimo de la población local desde que comenzó la erupción está muy decaído. «Todo el mundo está deprimido, cabizbajo, conozco a un montón de gente con problemas. Mucha gente ha perdido todo. No es solo que hayan perdido casas o trabajos, es más el daño psicológico. Eso no se recupera tan fácilmente», observa.

Actualmente, después de pasar por muchos equipos masculinos de Preferente (Tazacorte, El Paso) o Tercera (Tenisca, Mensajero), Miguel entrena a un equipo femenino, el CD Tarsa. Han decidido suspender, por solidaridad y por la incertidumbre dominante, el partido que tenían esta semana. «Nos tocaba jugar en casa, pero hay incertidumbre; hay chicas que tienen que venir de otra isla y tienen dudas por si vuelven a cerrar el espacio aéreo. También hay jugadoras que viven en la zona afectada. A una, la lava le quemó la casa del padre. Otras están confinadas e incomunicadas; la lava aún no se llevó sus casas pero no pueden salir porque las carreteras están cortadas y no pueden entrenar», relata sobre las circunstancias que están viviendo.

Conoce a mucha gente de esa parte de la isla, dividida de norte a sur por una montaña. Es un área muy habitada, agrícola en su mayor parte, montañosa y con zonas verdes, describe, aunque tuvieron un incendio recientemente, y donde hay mucha segunda vivienda residencial cerca de la costa. «Cada vez que te encuentras a alguien afectado se te viene el mundo encima. Solo se les puede decir que cuenten contigo para lo que necesiten y darles un abrazo».

Mañana (21.00 horas), el entrenador participará en una jornada formativa solidaria online (YouTube y Twitch) organizada por la Federación Galega de Fútbol.