Llamadas a la prudencia
Un informe de la Universidad de Chile, un país con más de 500 volcanes activos, advertía que además de los efectos «ampliamente conocidos» provocados por las nubes tóxicas volcánicas, «como quemaduras, traumatismos y alteraciones del sistema respiratorio», existen otros que siguen siendo «motivo de controversia e investigación». Los más perjudiciales de los gases son el dióxido de carbono y el ácido sulfhídrico, que pueden causar asfixia.
Al penetrar en el organismo, la comunión de gases y cenizas favorece, además, la respuesta inflamatoria, una reacción propia del sistema inmune, que mantenida en el tiempo puede ser peligrosa. También contribuye a la aparición de cuadros de silicosis y la formación de cánceres diversos.
Por este motivo, las llamadas a la prudencia, a mantener la distancia fijada por las autoridades y a emplear mascarillas en zonas cercanas al volcán han sido constantes estos días en La Palma.