A Remedios no le queda ni una foto de sus tres niños, solo de la que fue su casa en Todoque

Saro Prieto LA LAGUNA / EFE

ESPAÑA

Los reyes atienden a una mujer que les muestra imágenes de su casa antes de ser engullida por la lava
Los reyes atienden a una mujer que les muestra imágenes de su casa antes de ser engullida por la lava Ramón de la Rocha | EFE

«En el acuartelamiento de El Fuerte nos tratan de maravilla, pero falta un poco de intimidad», asegura Antonio, que fue evacuado junto a su padre

24 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Remedios vivía en Todoque y su casa fue una de las primeras que la lava se tragó. Este jueves le pidió a los reyes y a los presidentes de España y Canarias que no se olviden de los damnificados de la erupción volcánica.

Sin poder contener el llanto, Remedios le ha contado a don Felipe y doña Letizia que, de tener una buena casa, en la que residía con sus tres hijos menores y su madre, se ha quedado sin nada.

Asegura que tanto el rey como la reina le dijeron que han estado muy pendientes de lo que ocurría en la isla y que no piensan olvidar el sufrimiento que está sembrando esta erupción.

Remedios recuerda que salió de su casa con lo puesto porque al principio de la erupción la lava corría mucho más deprisa y temieron que los alcanzara.

«No sabia si llevarme ropa o los libros de los niños», recuerda esta mujer, cuya casa fue engullida por una colada. Ayer les explicó a los reyes cómo vivió ese momento y les muestra una foto de su casa en el móvil. Se trata de una vivienda grande llena de flores y con habitaciones para cada uno de sus hijos, que tenían preparado todo el material escolar.

Remedios pide que no se olviden de ellos, «que esto no sea un momento... y ya», y señala que se han comprometido a proporcionarle un acogimiento más digno. En el caso de ella, un particular le ha ofrecido una vivienda de una habitación para acoger a sus tres hijos y su madre. «No me ha quedado ni una foto de mis niños», señala Remedios, que lleva cuatro días durmiendo en el acuartelamiento de El Fuerte, donde acaba de recibir la visita de los reyes.

En La Laguna, otra de las paradas de don Felipe y doña Letizia, los vecinos continúan sobrecogidos y se apoyan unos a otros. «Esto es una supercatástrofe y no tengo ni palabras para describir lo que estamos pasando», cuenta una residente de El Paraíso, barrio arrasado por la colada.

No paran de llorar, se abrazan e intentan pasar un duelo por lo perdido. «Yo siempre he pagado mis impuestos y ahora lo que pido es que las ayudas lleguen lo antes posible», afirma entre lágrimas otra mujer, que vio cómo la lava se llevó el trabajo de toda la vida.

También Antonio Luis se emociona al recordar las penurias que atraviesan muchos de sus vecinos. Él fue evacuado junto a su padre y, desde el domingo duerme, en el acuartelamiento de El Fuerte. «Nos tratan de maravilla», afirma Antonio sobre el albergue provisional abierto en el acuartelamiento de Breña Baja, pero, no obstante, se alegra de que ayer iba a ser trasladado junto a su padre a una residencia en Mazo, porque en El Fuerte hay poca intimidad.