«En la tragedia de La Palma de 1949 muchos emigraron a Venezuela porque se quedaron sin nada»

jorge morales SANTA CRUZ DE TENERIFE / EFE

ESPAÑA

Miguel Calero / Efe

Un vecino de Fuencaliente rememora cómo el estallido del volcán San Juan hace más de 70 años fue «una atracción en aquella época, sin radio ni televisión»

20 sep 2021 . Actualizado a las 09:10 h.

La experiencia es un grado, y en lo que a acontecimientos volcánicos se refiere, en la isla de La Palma hay de sobra. Los palmeros mayores de 72 años han sido testigos de dos erupciones, la del volcán de San Juan, en 1949, y la del Teneguía, hace casi 50 años (octubre de 1971). Así pues, a quien más quien menos en esta isla, la que históricamente ha registrado más erupciones desde el siglo XV en el archipiélago canario, el enjambre sísmico no le coge de nuevas.

Pero una cosa es la experiencia y otra, querer repetirla por segunda o por tercera vez, según el caso.

Hay quien como Pablo Batista, maestro jubilado, recuerda que tanto la erupción del volcán San Juan como del Teneguía fueron «un espectáculo», pero si le dieran a elegir, preferiría que los temblores de Cumbre Vieja se quedasen solo en eso, en un amago, un susto.

Antepone los posibles daños, humanos y materiales, que un río de lava podría ocasionar si se dirigiera a zonas habitadas a la atractiva estampa de una nueva erupción.

Lo mismo piensa Neri Leal, vecino de Todoque, en el municipio de Los Llanos de Aridane, quien rememora que la erupción del San Juan hizo que «mucha gente» de la zona emigrara a Venezuela, porque «se quedó sin nada». «Fue una alarma terrible. Una tragedia. Arrasó las viñas en Las Manchas y San Nicolás. Llegaron los tubos de fuego. No quedó nada», apunta Leal, que por entonces tenía cinco años.

Pablo Batista era un poco mayor. Tenía nueve años y vivía en Los Quemados, en el municipio de Fuencaliente. Su madre, que había sido testigo a su vez de la erupción del Chinyero, en Tenerife (1909), le advirtió de lo que podría suceder cuando la tierra empezó a temblar un par de semanas antes. Y cuando comenzó a caer polvo del cielo, ya no tuvo dudas: «Reventó el volcán».

Protocolos de seguridad

Días más tarde emergió la lava y la gente, relata Pablo, en vez de asustarse, de huir, se acercó cuanto quiso. Él llegó a tocar el magma, una vez enfriado, pero recuerda que un hombre no esperó tanto. Metió un hierro a ver qué pasaba y se acabó derritiendo el hierro.

«No había protocolos de seguridad como ahora. Las guaguas [autobuses] iban para allá a cada momento. Era una atracción en aquella época, sin radio ni televisión», en una tierra en la que la doble insularidad, a mediados del siglo XX, era más que evidente, relata este maestro jubilado.

Tiene más fresca la erupción del Teneguía. Entonces tenía 31 años.

Recuerda que fue a una montaña cercana, junto al volcán de San Antonio, con cuatro de sus hijos.

«La gente estaba sentada en la ladera y se pasaba toda la tarde allí. Llevaban la merienda, un vaso de vino...», rememora.

Neri Leal fue un testigo de excepción. Coincidió que dos días antes de la erupción viajaba en barco hacia El Hierro y cuando estaban cerca de la punta de Fuencaliente notaron un fuerte temblor. De vuelta a La Palma pasaron de nuevo por la misma zona y vieron «una cortada en la tierra por la que salía humo».

«Era un espectáculo»

Al llegar a Santa Cruz de La Palma su hermano, que era policía, lo recogió en coche y pudieron franquear los numerosos controles en la carretera hasta llegar prácticamente a medio kilómetro del volcán. «Era un espectáculo. Estaba lleno de gente. No se había visto una cosa similar», rememora Neri, aunque también hubo gente que «perdió sus cosas».

También apunta que en aquella época surgieron comentarios de si la isla se iba a partir en dos o si se iba a hundir.

Estos días, tanto Pablo como Neri permanecen atentos a las informaciones que hablan de terremotos y de alertas.

«La gente con más edad es la que está más tranquila», dice el alcalde de El Paso

Cerca del área donde se concentran estos días los temblores, en el municipio de El Paso, su alcalde, Sergio Rodríguez, señala a Efe que hay disparidad de sensaciones.

Estos días, personal del ayuntamiento ha iniciado una ronda, puerta por puerta, por Jedey y San Nicolás, las zonas más cercanas a Cumbre Vieja, y la conclusión que extrae es que «al final la gente con más edad, la que ya tiene experiencia en erupciones, está más tranquila». Cuentan los mayores que tanto en San Juan como en el Teneguía no fueron explosivas ni peligrosas, y que la lava se desplazaba lentamente. Los que no han vivido esa experiencia, como es su caso, pues la erupción del Teneguía le cogió fuera de la isla, están «un poco más asustados», admite.

Rodríguez explica que en el caso de que el nivel de alerta se elevara -como finalmente ocurrió más tarde durante la jornada de ayer- habría margen suficiente para las evacuaciones pertinentes. Con todo, avisa: «Hay que estar preparados».

Equipaje para ser evacuado

Ahora bien, le consta que «la gente sabe lo que tiene que hacer y ya tiene preparado lo más importante», esto es, un equipaje básico, medicinas y documentación personal. Lo peor, admite, es «la incertidumbre de por dónde va a salir».

Cumbre Vieja, la primera erupción en 50 años

La erupción del volcán Cumbre Vieja, en La Palma, en el municipio de El Paso, se produce 50 años después de la última, que tuvo lugar del 26 de octubre al 18 de noviembre de 1971, y que provocó una víctima por inhalación de gases. La primera erupción volcánica en La Palma se remonta a una fecha sin concretar entre 1430-1440, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), y ocurrió en el volcán Tacande o Montaña Quemada de La Palma.

1430-1440. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) documenta en fecha imprecisa la primera erupción volcánica en el volcán Tacande o Montaña Quemada de La Palma y no causa daños.

24 y 25 agosto 1492. El IGN recoge una erupción volcánica observada por Cristóbal Colón a su paso por Canarias en dirección a América y recogida en su diario de a bordo, según esa fuente.

19 mayo al 10 de agosto de 1585. Tras una intensa actividad sísmica, entra en erupción el volcán Tehuya, en La Palma, que causa destrucción de campos de cultivo a causa de los gases y las altas temperaturas de las lavas al entrar al mar.

2 octubre al 21 diciembre 1646. La erupción del volcán Martín, en La Palma, afecta a los pagos de Tigalete y Fuencaliente.

12 noviembre 1667 y 21 enero 1678. Mueren cuatro personas por la erupción del volcán de San Antonio, en La Palma, y causa grandes destrozos en viviendas, cultivos y ganado.

1704/1705. Los terremotos desencadenados por la erupción del volcán Sietefuentes, en Tenerife, causan la muerte de 16 personas e importantes daños materiales. Le siguieron las de los volcanes tinerfeños Fasnia y Arafo, que apenas causan destrozos.

5 mayo al 13 junio 1706. La erupción el volcán de Arenas Negras en Tenerife destruye el puerto comercial de Garachico, viviendas y tierras de labor.

9 octubre al 3 diciembre 1712. Erupción en el volcán El Charco, en La Palma. Duró 56 días.

1730-1736. La erupción del Timanfaya, en Lanzarote, causa grandes destrozos en viviendas, campos y ganado.

9 junio al 14/15 septiembre 1798. Se produce la erupción del volcán Chahorra, al lado del Teide, en el sur de Tenerife.

18 al 27 noviembre 1909. Entra en erupción el volcán Chinyero, en Tenerife. Es la primera erupción de la que hay documentación fotográfica y estudios geológicos en España.

24 junio al 30 julio 1949. La erupción del San Juan o Nambroque (Duraznero, Llano del Banco) en La Palma destruye tierras de labor y los terremotos que la acompañan provocan la destrucción de viviendas.

26 octubre al 18 noviembre 1971. La erupción del Teneguía, hoy llamado Cumbre Vieja, en La Palma, provoca una víctima por inhalación de gases. La erupción es acompañada por movimientos sísmicos que causan la alarma en la población.

10 octubre 2011. Tiene lugar una erupción en el fondo del mar, en el volcán 1803-02, frente a la costa de la isla canaria de El Hierro, a unos cinco kilómetros de La Restinga y a unos 1.000 metros de profundidad.