El incendio de Málaga es «de una potencia y fuerza inusitada»

La Voz REDACCIÓN /LA VOZ

ESPAÑA

Columnas de humo en el incendio de Sierra Bermeja
Columnas de humo en el incendio de Sierra Bermeja Carlos Diaz Martin

La UME se ha incorporado a las tareas de extinción del fuego, que ha obligado a evacuar a vecinos de hasta seis municipios

13 sep 2021 . Actualizado a las 10:39 h.

La situación en sierra Bermeja (Málaga) no está, ni mucho menos, controlada. Las condiciones de las últimas horas no han sido muy favorables, y un nuevo foco, provocado por las pavesas (material incombustible incandescente natural que salen disparadas y causan nuevos fuegos) han terminado de complicar el escenario. En principio, los dos focos eran independientes, pero «finalmente los frentes más cercanos se han unido», según señaló el servicio de extinción de incendios forestales, Infoca.

El director de Extinción y subdirector del Centro Operativo Regional del Plan Infoca, Alejandro García, señaló ayer que el incendio que afecta a la sierra malagueña desde el pasado miércoles es de «una fuerza y una potencia inusitada para lo que estamos acostumbrados a ver en nuestro país». La gravedad de la situación ha obligado a movilizar a la UME, que se ha incorporado a las tareas de extinción del fuego que ya ha arrasado más de 6.000 hectáreas. En total, más de 700 profesionales trabajan para extinguir las llamas con medios aéreos y terrestres.

Cerca de las casas

Con el fuego a escasos kilómetros de sus casas, son muchos los vecinos que se han visto obligados abandonarlas. Tras varios días de confinamientos intermitentes en Jubrique y Genalguacil, ayer a primera hora de la mañana se tomaba la decisión de que lo mejor para la salud de sus moradores era que saliesen de allí. «Lo que llevamos días anunciando. El fuego se aproxima. Es una catástrofe medioambiental, natural, emocional y humana», escribió en un mensaje de Twitter, el alcalde de Genalguacil, una localidad de 393 habitantes. Al mediodía, esta medida se hacía extensiva a los vecinos de Pujerra, Faraján, Alpandeire y Júzcar, a quienes las autoridades advertían de la necesidad de marcharse ante un anunciado cambio en la dirección del viento que les iba a resultar «bastante perjudicial». La noticia no cogía por sorpresa a las localidades de Ronda y Algatocín, donde se han habilitado instalaciones para acoger a los desalojados. En total hasta seis localidades han tenido que ser desalojadas de forma preventiva, además los vecinos de urbanizaciones cercanas de Estepona y Benahavís lo que supone un censo de casi 2.600, aunque no todos han tenido que ser desalojados.

«Si por mí fuera -señala Ana Mateo, una de las primeras en llegar a uno de los centros que ha habilitado el Ayuntamiento de Ronda en el polideportivo San Francisco tal y como recoge Efe- al que ha hecho esto lo metía en la cárcel y no lo sacaba nunca». Y no es la única que piensa así. La también vecina de Genalguacil Fina Rubio mostraba su disgusto por lo sucedido mientras ojeaba -con rostro compungido- fotos de cabras y ciervos heridos o muertos por culpa del incendio.