El Gobierno, dispuesto a hablar con los talibanes de más evacuaciones

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación Juan Carlos Hidalgo | EFE

El PP critica la «improvisación» y la «tardanza» del Ejecutivo

31 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras renunciar a la presencia del presidente Pedro Sánchez en un pleno en el Congreso, como reclamaba la oposición, el Gobierno saldó ayer las explicaciones a la crisis de Afganistán con la comparecencia en la Comisión de Exteriores de la Cámara Baja del ministro José Manuel Albares. El titular de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación detalló durante cuatro horas el operativo de evacuación y acogida de los refugiados afganos.

Albares aseguró que el Ejecutivo «no se plantea reconocer» al régimen talibán, si bien sopesa la posibilidad de mantener «contactos operativos» junto a los aliados con vistas a poder seguir sacando a colaboradores y a sus familias que siguen en peligro. En total, enumeró, el centro de estancia temporal de Torrejón ha recibido a 2.206 personas.

El jefe de la diplomacia española adelantó que ahora habrá que decidir cómo se organiza la segunda fase del operativo de evacuación, hacer llegar ayuda humanitaria y «garantizar el respeto de los Derechos Humanos.

Albares inició su comparecencia recordando «de manera emocionada» a los militares fallecidos en los 20 años de misión, 102, y a todo el personal que ha participado en el dispositivo. Citó al embajador en funciones en Kabul, Gabriel Ferrán, a su número dos, Paula Sánchez, y a un administrativo afgano. También a los GEO y UIP de la Policía Nacional y a los militares desplazados a Kabul y Dubái, escala técnica aérea.

«La coordinación y la solidaridad son los dos elementos de este operativo. Nuestra consigna sigue siendo no dejar a nadie atrás», prosiguió Albares, quien reconoció que ha sido un plan que se ha tenido que organizar «en muy poco tiempo» porque nadie preveía una caída tan rápida del Ejército afgano, que contaba con 350.000 agentes y la fuerza aérea frente a los 75.000 talibanes. Sobre el papel de España, el ministro explicó que gracias a la acción diplomática previa solo quedaban cinco residentes nacionales cuando los talibanes entraron en Kabul. 

Un fracaso para el PP

La portavoz del Grupo Parlamentario del PP, Valentina Martínez, criticó que se enviaran tropas a Afganistán «sin la preceptiva autorización de esta Cámara», porque al cambiar la naturaleza de la operación, de una de adiestramiento de la OTAN a otra con la UE, se requería la aprobación del Congreso. Y mencionó «la improvisación, la desinformación y la tardanza» del Ejecutivo pese al buen hacer de los funcionarios como el embajador Ferrán.

Albares respondió que la operación estaba bajo el paraguas de la OTAN, por lo que no requería autorización. «Si hubo imprevisión fue del mundo de la comunidad internacional. Estados Unidos calculó el 11 de agosto que un cambio de situación política se podría producir a 90 días», reveló Albares para justificar la complejidad de la misión.