«En los Hermanos Koala el móvil es un robo con violencia, en el caso de Samuel fue un malentendido»

Iria Juiz, F.E LA VOZ/REDACCIÓN

ESPAÑA

En Amorebieta pudo haber hasta tres delitos, según el inspector zamorano
En Amorebieta pudo haber hasta tres delitos, según el inspector zamorano

«El grupo actúa como desinhibidor, parece que lo que haces con más gente tiene menos importancia», asegura Serafín Giraldo, inspector del cuerpo nacional de Policía nacido en Zamora

07 ago 2021 . Actualizado a las 10:00 h.

Serafín Giraldo Pérez es un inspector del cuerpo nacional de Policía nacido en Zamora (1970) y licenciado en derecho. Férreo defensor de los medios de comunicación como elementos de reeducación, escribe periódicamente columnas de opinión y participa en debates para diferentes medios. En este caso, el experto en crímenes de bandas organizadas analiza las diferencias entre la brutal paliza sucedida en Amorebieta y el crimen de Samuel Luiz en A Coruña, además de las características bajo las que se enmarca la investigación de los Hermanos Koala, que todavía sigue en curso.

—¿Cuáles son los puntos de confluencia entre ambos casos?

—El delito desde mi punto de vista es el mismo, hay dos asesinatos, uno está consumado porque Samuel perdió la vida, y el otro está en grado de tentativa porque la víctima no ha perdido la vida.

—¿Y las principales diferencias?

—Las diferencias son sustanciales. En Amorebieta eran un grupo organizado, con lo cual puede haber otros dos delitos más, el de banda o grupo organizado y el de robo violento. Puede haber hasta tres delitos en ese caso. Sin embargo, en el crimen de Samuel yo lo que veo es un asesinato consumado de un grupo de personas que en un determinado momento por un móvil de un malentendido han acabado con la vida de una persona, no hay banda ni grupo organizado.

—Los expertos aseguran que los ataques en grupo desinhiben al individuo. ¿Es esto cierto según su experiencia?

—Es una evidencia, el grupo actúa como un desinhibidor. Parece que cuando actúas con más gente lo que haces tiene menos importancia. Es lo que se llama efecto masa o efecto llamada. Si miramos, por ejemplo, un campo de fútbol, los insultos que podemos llegar a emitir, en nuestra casa no nos atreveríamos a decirlos.

—¿Fue el de Samuel un delito de odio?

—Para que se considere delito de odio tiene que cumplirse un protocolo de actuación policial en el cual se establecen una serie de indicadores; la vestimenta de las personas que ejecutan el hecho, las expresiones de los mismos, si es un grupo que se dedica a la caza de grupos minoritarios y los antecedentes. En el caso de Samuel solo se ha cumplido uno, que es emitir un insulto deleznable durante la ejecución del hecho, y yo entiendo que es insuficiente para calificarlo de odio. La homofobia no es el móvil de la ejecución del hecho.

—La víctima de Amorebieta es de ascendencia rumana, ¿podría tener esto algo que ver?

—En el caso de Amorebieta los agresores lo que hacen es seleccionar una zona, no seleccionan a la persona que van a atacar. Si en vez de una persona de ascendencia rumana hubiera pasado un español o un francés le hubiera ocurrido lo mismo. En este caso el móvil es un robo con violencia.

—¿Está en aumento la violencia entre los jóvenes?

—No, creo que la violencia siempre ha existido. Los que ya tienen una edad, recordarán cierta violencia entre grupos, sobre todo en los pueblos. Los datos no apuntan hacia un repunte en este tipo de delitos. Lo que está creciendo es la comunicación de la violencia, hoy día los medios nos ponen al día de todo, y eso es positivo, eso es muy bueno de cara a la educación social.

«No estaban vigilados, estaban señalados como delincuentes en bases de datos policiales»

—Se conoce que los Hermanos Koala participaron en peleas similares anteriormente.

—Han sido detenidos otras veces por delitos de lesiones y de robo violento, lo que hay que dilucidar ahora mismo en la investigación es en cuántos hechos han participado para poder imputarlos. Para eso habrá que buscar denuncias de hechos similares en la zona

—¿Estaban vigilados?

— No existen suficientes policías para vigilar a todas las bandas organizadas localizadas. Tampoco puedes seguir a una persona sin una autorización judicial. En definitiva, no estaban vigilados, lo que estaban es señalados como delincuentes en bases de datos policiales.

—¿Cuántos años podrían caerles?

—Por un homicidio la pena sería de 10 a 15 años, y por otra parte, un asesinato tiene una pena de 15 a 20 años. Por ahora la víctima sigue viva, por lo que el juez decidirá cuánto rebaja la pena, pero suelen ser uno o dos años menos.

—¿En este caso sería intento de homicidio o asesinato?

—Yo aquí claramente veo una tentativa de asesinato, actuaron en manada, evitando la defensa de la víctima, que arrinconaron y apalearon hasta intentar causar su muerte.