La investigación apunta a que quien era la pareja sentimental de la fallecida, un español de 53 años, la mató en el piso que ambos compartían en el Rincón de la Victoria, a más de 41 kilómetros del solar donde aparecieron sus restos mortales.
El sospechoso, que fue detenido el lunes por la noche, tuvo que matar a su novia antes de las seis de la tarde. Unos diez minutos antes de esa hora un vecino del inmueble que estaba en el garaje vio cómo el homicida se esforzaba en meter el cuerpo aparentemente sin vida de la mujer en su vehículo. Para explicar su comportamiento, le indicó que la llevaba a un hospital porque se había dado un fuerte golpe, pero al vecino no le convenció la explicación y puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que más tarde localizó un reguero de sangre en el garaje.