El juez rechaza devolver a Villarejo sus agendas y pide a la policía verificar si el comisario se mensajeó con Rajoy

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

El excomisario Villarejo, a su llegada al Congreso de los Diputados para comparecer ante la comisión Kitchen
El excomisario Villarejo, a su llegada al Congreso de los Diputados para comparecer ante la comisión Kitchen J.J. Guillén | Efe

Su defensa considera que sus diarios son esenciales para poder colaborar con la Justicia

22 jul 2021 . Actualizado a las 13:59 h.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha rechazado devolver al comisario jubilado José Manuel Villarejo sus agendas personales en las que se incluiría un teléfono de contacto del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Además, el magistrado ha pedido a la Unidad de Asuntos Internos (UAI) que verifique si Villarejo se mensajeó con el líder popular a través de varios terminales.

En un auto fechado el 19 de julio, al que ha tenido acceso Europa Press, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 desestima la solicitud de la defensa de Villarejo, que el pasado 9 de julio solicitó que le fuera devuelto «el original» de sus diarios personales o una copia digital argumentando que eran «imprescindibles» para defenderse y poder «colaborar y seguir aportando datos precisos».

El magistrado recuerda que, en el presente caso, Villarejo «tiene acceso a las agendas, por lo que no se aprecia limitación alguna en cuanto a su derecho a la publicidad, pudiendo consultarlas en igualdad de condiciones a cualquier otra parte personada, como ha venido haciendo».

Además, García-Castellón sostiene que «en la medida en que las agendas pueden servir, indiciariamente, para el esclarecimiento de los hechos investigados, deben ser» conservadas por el propio Juzgado «para el juicio oral, sin que pueda accederse a la devolución» solicitada por el comisario.

En el escrito que su abogado, Antonio José Cabrera, remitió al juez, se argumentaba que «al igual que su cerebro, su diario personal» no podía serle «extirpado a modo de una lobotomía para que no» pudiera «recordar y con ello poder defenderse. Su representación aludió entonces al carácter »íntimo y personal« del cuaderno, »un reflejo escrito de su memoria« que no podría »constituir ni el objeto ni el instrumento del delito investigado«.

Pero García-Castellón recuerda que corresponde a la fase de sumario «realizar todas aquellas actuaciones encaminadas a preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación, y la culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus personas y las de las responsabilidades pecuniarias de los mismos».

En esta línea, el magistrado señala que la «doctrina constitucional obliga al juez a comprobar que la pretensión de diligencias responde, primero, al presupuesto de la excepcionalidad y, segundo, limita su objetivo a recabar elementos fácticos esenciales, sin cuya práctica no puede realizarse el juicio de tipicidad sobre el que se sustenta la acusación».

Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional acuerda oficiar a la UAI a los efectos de que se realicen cuantas gestiones sean oportunas para verificar la existencia de comunicaciones entre las líneas telefónicas aportadas por Villarejo. El propio comisario jubilado facilitó hasta cinco números distintos desde los que habría intercambiado mensajes con Rajoy en su etapa al frente del Ejecutivo.

El pasado 2 de agosto, en su declaración ante García-Castellón, Villarejo señaló que en un momento dado le facilitaron números de teléfono del propio Rajoy que usó para comunicarse con él mediante mensajes. Este contacto directo, señaló, se debía a que el presidente del Gobierno no se fiaría de la información que se le transmitía desde el Ministerio de Interior sobre la Operación Kitchen y quería otro canal de comunicación.