El auge del bipartidismo complica la resurrección de Ciudadanos

ESPAÑA

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas FERNANDO ALVARADO / EFE

Arrimadas pone en práctica la estrategia fijada en la convención y reivindica el liberalismo frente a un PP al que tacha de «conservador»

20 jul 2021 . Actualizado a las 09:29 h.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, puso en práctica ayer la estrategia de supervivencia decidida en la convención cerrada este domingo, que pasa por reforzar el discurso liberal y marcar distancias con el PP. «Uno no es liberal porque diga ‘soy liberal'», sino que «lo eres cuando la familia liberal te reconoce como miembro», señaló, negando que el PP pertenezca a ese espectro ideológico, sino al de los «conservadores». Pidió por ello al PP colaboración para acabar con el Gobierno de Pedro Sánchez, pero respetando la «diferentes posiciones políticas», porque solo Cs es capaz de «volver a ilusionar a personas que son abstencionistas». Pero, ademas de por el auge del bipartidismo, el futuro de Cs está lastrado por sus problemas económicos derivados de la pérdida de apoyo electoral.

PSOE Y PP se refuerzan

Sin hueco en el centro. Los últimos sondeos muestran un reforzamiento del bipartidismo, que ocupa además el espacio de centro y lastra las opciones de Cs. Los extremos de Vox y Podemos subsisten, pero también a la baja.

Pérdida de credibilidad

La etiqueta liberal. Tras el rechazo de su electorado al acercamiento al PSOE iniciado por Arrimadas después de las generales, Cs quiere recuperar la enseña liberal. Pero ha perdido credibilidad en ese sector de votantes, que ha huido en masa al PP.

El PP quierE la absorción

Lista conjunta descartada. La alianza electoral con el PP en las generales, al estilo de la que se formó en el País Vasco, que garantizaba a Cs espacio y cargos propios, es inviable. El PP solo se plantea la absorción del partido naranja, bien por integración de sus cargos o a través de las urnas.

Pérdida de cargos

Elecciones y goteo de abandonos. Además de la pérdida de tres escaños en Murcia tras la fracasada moción de censura, y de quedarse sin representación en Madrid, Cs ha sufrido una sangría de cargos en el último año. En el Congreso, pasó de 57 a 10 diputados. Y uno de esos 10 se pasó al Grupo Mixto. En el Senado, dos de sus nueve representantes dejaron el partido, pero no el acta. Cs perdió también ocho diputados en la Comunidad Valenciana que se pasaron al grupo de no adscritos y uno en Castilla y León, Y en el último año, cerca de 40 concejales abandonaron el partido en 15 provincias.

Sangría de subvenciones

Millones de euros menos. El descalabro sufrido en las últimas elecciones catalanas, donde Cs pasó de 36 a 6 diputados, supuso la pérdida de 3 millones de euros al año en subvenciones al grupo. El mal resultado en el Congreso en las pasadas elecciones, donde pasó de 57 a 10 actas, supuso la pérdida de otros 4,5 millones de euros de fondos públicos por gastos electorales y ayudas a los grupos. Un varapalo similar en las autonómicas y municipales dejarían al partido en coma.