Villarejo insiste en que informó a Rajoy durante meses del espionaje a Bárcenas, pero no aporta pruebas

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, a su salida de la Audiencia Nacional tras declarar en la causa de Kitchen
El comisario jubilado José Manuel Villarejo, a su salida de la Audiencia Nacional tras declarar en la causa de Kitchen Alberto Ortega| EUROPA PRESS

Sostiene que para el expresidente la operación era «un problema de Estado» y que se comunicaba con él a través de dos teléfonos

03 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mucha era la expectación creada por la nueva declaración del excomisario José Villarejo ante el juez tras los testimonios de Dolores de Cospedal y su marido, y, como otras veces, defraudó. Hizo un relato llamativo, lanzó acusaciones gruesas, pero no aportó pruebas.

Parpusa (gorra madrileña) blanca en vez de la negra y sin parche en el ojo, Villarejo acudió ayer a la citación del juez Manuel García-Castellón dispuesto a alimentar una leyenda que se desmorona día a día por falta de sustento material. Afirmó, según su versión, que durante «varios meses» intercambió mensajes telefónicos con Mariano Rajoy sobre los avatares de la operación de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas. Despachaba con él sin intermediarios porque el entonces presidente del Gobierno es «muy desconfiado» y prefería obviar la vía de su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y de su secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

Rajoy también estaba interesado en recibir información de primera mano, prosiguió Villarejo, porque consideraba que la vigilancia a Bárcenas y su familia era «un problema de Estado» y, como tal, tenía «interés personal» en saber todos los detalles de la operación Kitchen. Una trama de espionaje organizada, según la investigación, desde Interior en el 2013 para lograr la información comprometedora para el PP que pudiera tener el extesorero.

Relató que se comunicaba con Rajoy a través de dos teléfonos que le dieron, aunque dijo no recordar si Cospedal, como ministra de Defensa, o el CNI. Villarejo no entregó al juez ninguno de ellos porque, afirmó, se los requisaron cuando fue detenido en noviembre del 2017, pero apuntó que si le dejan acceder a ellos podría desencriptar los mensajes. 

Responsable del CNI

No es la primera vez que el excomisario apunta a la Jefatura del Gobierno como la mano que estaba detrás de la trama. Ya lo hizo en una declaración anterior ante el juez, en la comisión de investigación del Congreso y en el escrito que remitió a García-Castellón el martes. Pero nunca aportó pruebas del intercambio de mensajes. Cospedal, continuó el excomisario, estaba al tanto de la relación que mantenía con Rajoy, y también la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como responsable del CNI, y con la que también estaba en contacto a través de mensajes telefónicos y de un intermediario, al que no identificó.

Villarejo explicó que su relación con Cospedal obedecía más a su cargo en el Gobierno que al de secretaria general del PP, aunque admitió que se reunió con ella en la sede del partido. Confirmó la versión de exjefe de gabinete de Cospedal de que entraba en el edificio por el garaje con el coche oficial de la ministra de Defensa, que le recogía enfrente y daban la vuelta a la manzana.

El excomisario, a pesar de negar que hubiera trabajado para el PP, reconoció como suya la letra de las agendas que le incautaron en octubre pasado. En ellas hay anotaciones como «Cospe muy preocupada 5 pagos de 200» o «Cospe: Apoyo a tope en todo. Me envía a José L. Orti (su jefe de gabinete) con 100 y promete 50 más el lunes».