Sobre Fernández Díaz afirmó que ni siquiera tenía su teléfono y definió a Morocho como una persona «peculiar» en el trato que nunca daba su brazo a torcer. Por este motivo, apuntó, pudo pintar de «presiones de sus superiores» las modificaciones que sufrían sus informes.
Niega negocios con Villarejo
Precisamente, la cuestión de los informes también está reflejada en las agendas de Villarejo, donde se alude a una «gran bronca» que María Dolores de Cospedal habría dado al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, por «problemas» con los documentos firmados por Morocho. En cuanto a la Kitchen, Olivera insistió que se enteró por la prensa. El mismo argumento que usó en su día el ministro Fernández Díaz, pese a que hasta cuatro indicios posteriores lo desmienten.