El buque oceanográfico inspecciona la zona donde apareció el cadáver de su hermana, a mil metros de profundidad
15 jun 2021 . Actualizado a las 12:53 h.El buque oceanográfico Ángeles Alvariño soltó este lunes amarras del puerto de Tenerife y reanudó la búsqueda de Anna, la niña de un año asesinada por su padre, Tomás Gimeno, para vengarse de su exmujer. El barco permaneció atracado dos días a causa de una avería, pero este lunes se pudieron retomar las labores de rastreo tras solucionarse los problemas técnicos. En principio, la embarcación examinará las profundidades marinas hasta el jueves, según aseguró el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.
Fuentes de la investigación consideran muy difícil dar con el paradero de Anna. La bolsa en la que su padre la introdujo para arrojarla al mar apareció vacía, aunque con algunos lastres en su interior, según la reconstrucción de los hechos realizada por la juez que investigaba el caso.
Es más probable en cambio que aparezca el cuerpo del presunto asesino, Tomás Gimeno, de quien la Guardia Civil sospecha que se dejó hundir con un cinturón de plomo para quitarse la vida en aguas de Tenerife. Sobre él, no obstante, pesa una orden de detención internacional por el doble homicidio, lo que mantiene abierta la posibilidad de que haya huido o se haya ocultado.
Las tareas de búsqueda se retomaron donde se halló el cadáver de Olivia, de seis años, cuyo cuerpo estaba dentro de un petate atado a un ancla a mil metros de profundidad. El buque tenía previsto desplazarse una milla al norte y al sur de este punto para intentar encontrar el cuerpo de la pequeña. También inspeccionará la zona en donde se apreció la señal del móvil de Gimeno. Después de hablar con su exmujer, Gimeno dirigió su último mensaje de móvil a su padre para despedirse de él a las dos de la madrugada del día 28 de abril.
Retirar el apellido paterno
El portavoz de la familia y presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, explicó en TV3 que Beatriz Zimmermann, madre de las dos niñas, ya da por hecho que su hija Anna no aparecerá viva. Amills insistió en que la familia no cejará en su empeño de que se retire el apellido del padre de la filiación de las hijas. «El objetivo de Tomás Gimeno era hacer desaparecer a sus hijas y dejar un tormento para Beatriz el resto de su vida», alegó el portavoz. Por la tranquilidad de Beatriz es importante para Amills localizar el cadáver de Gimeno y verificar que no está vivo y en paradero desconocido.
La causa exacta de la muerte de Olivia no se sabrá hasta dentro de unas dos semanas. El Instituto de Medicina Legal de Tenerife exigió «prudencia» para no extraer conclusiones precipitadas. El hecho de que el informe preliminar de la autopsia indique que Olivia fue víctima de un edema pulmonar agudo no permite dar por ciertas hipótesis como el ahogamiento o la inhalación de tóxicos. Las conclusiones «están pendientes de estudios químico-toxicológicos, biológicos e histopatológicos sobre las muestras tomadas». El instituto alega que el edema de pulmón «puede corresponder a multitud de causas de muerte».
Petición de la ministra
La ministra de Igualdad, Irene Montero, planteó que se implementasen «con urgencia» las nuevas medidas legislativas en materia de protección de menores que prevén la suspensión del régimen de visitas del maltratador ante cualquier indicio de violencia de género. La titular de Igualdad expuso esta petición a la nueva fiscala de Sala de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato.