El asesino de la joven de 17 años en Sevilla era sospechoso tras comprar una motosierra

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

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Era el exnovio de la menor, con la que tenía un hijo de 4 meses. Tras verse presionado por los agentes, les confesó que la mató el mismo día que desapareció y la descuartizó repartiendo sus restos por varias zonas del municipio de Estepa

11 jun 2021 . Actualizado a las 18:18 h.

La Guardia Civil sospechó desde un principio de que el exnovio y asesino confeso de Rocío Caíz, la menor de 17 años desaparecida en Martín de la Jara (Sevilla), estaba relacionado con su ausencia tras comprobar que había comprado una motosierra y que el móvil de la chica no marcaba movimientos fuera de Estepa.

A esta localidad sevillana llegó la joven el 3 de junio, el día que desapareció, para reunirse con su exnovio y padre de su bebé de 4 meses, y en ese punto se pierde la señal del rastreo del teléfono de la menor, por lo que los agentes siempre sospecharon de que la joven no había salido del pueblo, a pesar de los supuestos mensajes enviados a la familia por ella la madrugada del 4 de junio diciendo que se había ido a Badajoz tras robarle 300 euros a su expareja, han informado a Efe fuentes de la investigación.

En esos mensajes, que la Guardia Civil también comparó con la forma de escribir de la joven, le decía supuestamente a su hermana Ana que a las cinco de la mañana la había recogido un joven de Badajoz en la puerta de su exnovio (Adrián, de 23 años y nacionalidad rumana), y se había marchado con él para trabajar en la recogida del ajo y casarse, además de pedir a su familia que Adrián, el exnovio, se hiciese cargo del bebé.

En el mensaje explicaba que ya se encontraba en la localidad de Lucena camino de Badajoz, lo que hizo sospechar más aún a los agentes, ya que ni el municipio cordobés se encuentra camino de Badajoz desde Estepa ni el móvil de Rocío había salido de esta localidad sevillana.

Ya extrañó inicialmente que Adrián no denunciase el supuesto robo de los 300 euros, pero al rastrear sus movimientos en Internet comprobaron que había comprado una motosierra días antes, lo que hizo que se estrechase el cerco en torno a él, aunque la Guardia Civil decidió dejarlo en libertad con «vigilancia pasiva», controlando que no saliese del pueblo y esperando que cometiese «un error» en caso de tener secuestrada a la menor.

Este miércoles, fue llamado al cuartel de Estepa a declarar como testigo, y 24 horas después se presentó en el cuartel con un abogado y confesó el crimen; declaró que mató a la joven el mismo día que desapareció, para posteriormente deshacerse del cuerpo. Detalló que la mató con un cuchillo que lanzó a un contenedor y que no ha podido ser localizado.

Añadió que descuartizó el cuerpo y lanzó las bolsas con sus restos por varios lugares del extrarradio del pueblo, para luego irse a su casa a dormir.

En Sevilla se guardó un minuto de silencio por Rocío Caíz, asesinada por su exnovio en Estepa
En Sevilla se guardó un minuto de silencio por Rocío Caíz, asesinada por su exnovio en Estepa María José López

Sus amigas sabían que sufría malos tratos 

El entorno de Rocío ha asegurado que sufría malos tratos pero que no se atrevió a denunciarlos. La menor de edad, que tenía un hijo de 4 meses con el asesino confeso, no había presentado nunca una denuncia judicial, pero una de sus amigas de la infancia, Brenda Ríos, ha asegurado que Rocío padecía maltrato físico y psicológico, y su familia también sostiene que fue maltratada.

La joven tenía «mucho miedo, mucha dependencia emocional, y es difícil dar ese paso cuando quieres a una persona a pesar de lo que te hace», ha resumido la amiga de la joven en referencia a la ausencia de denuncia judicial.

La familia de la menor afirma que había sufrido agresiones por parte del exnovio en varias ocasiones, aunque sus datos no están reflejados en el registro VioGen, que recoge las informaciones de las mujeres que denuncian hechos similares en servicios sociales de ayuntamientos o cualquier fuerza y cuerpo de seguridad del Estado.

Su familia aseguró este lunes que en alguna ocasión había sufrido heridas como la rotura de la nariz, de la que no dio una explicación convincente. El asesino confeso conoció a Rocío cuando ella tenía 11 años y él 16, y mantuvieron una relación que ella rompió cuando fue madre hace cuatro meses, aún con 16 años, momento en el que le contó a las amigas los malos tratos que sufría.

La autopsia aportará más información

Técnicos del Instituto Anatómico Forense realizan la autopsia de Rocío Caíz, cuyos restos fueron recuperados íntegramente, para confirmar «fehacientemente» que pertenecen a la joven asesinada, según ha asegurado este viernes el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

En declaraciones a los periodistas, Fernández ha señalado que la investigación sigue abierta y que el autor confeso de los hechos permanece en dependencias de la Guardia Civil tras entregarse en la tarde de ayer. El delegado del Gobierno ha confirmado que los restos han aparecido en «distintos emplazamientos y bolsas» en el municipio de Estepa, adonde se trasladaron los agentes siguiendo las indicaciones del detenido, junto al que varios testigos dijeron haber visto a Rocío por última vez entrando al edificio en el que él residía.

El delegado, que ha recordado que el detenido pasará a disposición judicial transcurrido el plazo legal de 72 horas, ha felicitado a la Guardia Civil por su trabajo y ha precisado que el autor confeso de los hechos «procedió a entregarse voluntariamente ante la presión y el conocimiento de que estaba siendo completamente acorralado e iban a detenerlo».

El delegado ha mostrado también su «repulsa total y absoluta» por estos hechos «tan sumamente luctuosos, que se enmarcan en la violencia de género pero que además tienen un plus de ensañamiento por cómo se ha producido» y ha resaltado su «apoyo absoluto y calor y cariño a toda la familia».

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