Abascal avisa al PP de que su postura en Ceuta dificulta construir una alternativa de derechas
ESPAÑA

El Gobierno dice que la normalización de las relaciones con Marruecos «está próxima»
26 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de Vox, Santiago Abascal, avisó ayer al PP de que su rechazo al acto de su partido en Ceuta es un gesto hostil que «pone trabas» al entendimiento entre ambos partidos y, lo que es peor, puede impedir «la alternativa política que necesita España». Abascal se siente defraudado por el desmarque de los populares, que prefirieron firmar una declaración institucional con todas las fuerzas de la Asamblea ceutí para denunciar las «actitudes provocativas» de Vox con el acto que convocó para el lunes en esa ciudad norteafricana. El PP, prosiguió Abascal, «en vez de pactar con Vox, pacta con el PSOE y dos partidos de obediencia marroquí», en alusión al Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía y la coalición Caballas, que son «quintacolumnistas de Mohamed VI».
El líder de Vox dijo estar «preocupado» por esa actitud del PP y por las consecuencias que pueda tener para la futura colaboración entre ambas formaciones de cara a la formación de un Gobierno alternativo al de Pedro Sánchez. El aviso llega en medio de un tímido deshielo en las relaciones entre los dos partidos, rotas tras la moción de censura que presentó Abascal contra Pedro Sánchez en octubre pasado, y en la que Pablo Casado pronunció un rotundo discurso contra Vox.
El PP se desmarca de Vox
El partido de Abascal había convocado una concentración en Ceuta para reivindicar su «españolidad» y rechazar la «invasión» de inmigrantes marroquíes, pero fue prohibida por la Delegación del Gobierno en la ciudad, decisión que avaló el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, confirmó ayer el desmarque de su partido. «Cada uno es responsable de sus actos», afirmó. «Nosotros -añadió- actuamos de otra manera porque consideramos que el momento lo que requiere es actuar de otra manera».
Su reacción fue la más comedida, porque entre el resto de fuerzas políticas la crítica más suave fue acusar a Abascal y a Vox de buscar «el conflicto y la provocación». El Gobierno no quiso entrar en la polémica en un momento en que la superación de la crisis con Marruecos «está próxima», en palabras de la ministra portavoz. María Jesús Montero.