El padre desaparecido con sus hijas en Tenerife no hizo movimientos sospechosos en sus cuentas

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Los investigadores inspeccionaron varias veces del finca de Gimeno
Los investigadores inspeccionaron varias veces del finca de Gimeno Europa Press

La Guardia Civil los considera compatibles con las actividades empresariales de Tomás Gimeno

05 may 2021 . Actualizado a las 18:18 h.

Los investigadores del caso de las niñas que desaparecieron en Tenerife hace una semana junto con su padre continúan con el rastreo de los movimientos bancarios realizados por Tomás Antonio Gimeno. y, por ahora, los que se han detectado son compatibles con actividades empresariales. El padre de las niñas es responsable de una empresa agrícola de la isla y procede de una familia con recursos económicos. Los investigadores indagan si podía haber habido un trasvase de cantidades importantes de dinero que ayudasen a sustentar la teoría de que el hombre pudo huir con sus hijas al extranjero. Hasta ahora no se han detectado movimientos bancarios sospechosos. No obstante, fuentes próximas al caso confirmaron a Efe que todavía quedan algunos por analizar.

Esta línea de investigación fue ordenada por el juzgado que instruye las diligencias por un presunto caso de secuestro parental, y es una de las que se han abierto para conocer el paradero de Gimeno y de sus dos hijas de 6 y 1 años, Olivia y Anna. El hombre tenía que haber devuelto a las niñas el pasado martes 27 de abril, pero, tras mantener varias conversaciones con la madre, le advirtió de que no las volvería ver.

Gimeno fue visto por última vez en la noche del martes 27 de abril en la Marina de Santa Cruz de Tenerife, donde sus cámaras pudieron grabarlo hasta en tres ocasiones, una de ellas cargando en su barco bolsas y maletas.

En ninguna de estas imágenes aparecen las niñas aunque, según han recogido algunos medios de comunicación, la mayor de ellas, Olivia de 6 años, sí asistió esa tarde a unas clases deportivas.

Los agentes centran sus pesquisas en dos escenarios: el océano Atlántico -donde el barco del hombre apareció vacío y a la deriva después de que subiera en él con maletas y bultos que transportó desde su coche hasta la embarcación- y su casa, en Igueste de Candelaria.

La tarde anterior a la desaparición, los progenitores de Tomás Gimeno vieron a sus nietas. Pero el abuelo de las menores reveló un detalle a los investigadores de la Guardia Civil. Su hijo se abrazó a él cuando se despidieron. Y ese gesto no es nada habitual en él.

Luego pasó al menos dos horas con las niñas en la finca que posee en la Candelaria. Lo que ocurrió allí es una todavía una incógnita para los investigadores del caso.

Los agentes ya han entrado en esta finca varias veces en busca de pruebas. La primera fue el miércoles 28 de abril, tras denunciar Beatriz, la madre de Olivia y Anna, que Tomás no le había devuelto a las niñas. La segunda, dos días después, centrada en recoger muestras biológicas principalmente del baño de la vivienda. También se está rastreando la ruta del teléfono móvil de Tomás hasta que dejó de funcionar o se apagó, así como las balizas de las embarcaciones que esa noche estuvieron próximas a la zona donde apareció a la deriva el barco.

Amplia zona de rastreo

Las tareas de búsqueda de las menores y su progenitor continúan por mar, tierra y aire con un dispositivo del que forma parte la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y el Grupo de Emergencias y Salvamento de Canarias.

Si bien el pasado miércoles, la búsqueda se circunscribió a la zona entre el puertito de Güímar, donde apareció la embarcación propiedad del padre de las niñas desaparecidas, y la Punta de Anaga, a medida que han ido pasando los días se ha ido extendiendo hacia el sureste de la isla.

Las fuentes recogidas por Efe no han podido precisar si la búsqueda se extiende hacia una ruta más amplia ante las sospechas del entorno familiar de que Tomás puede haber huido con sus hijas hacia algún país de Sudamérica.