Mónica García, de Más Madrid: La anestesista que sueña con despertar a la izquierda

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Pilar Canicoba

La candidata más desconocida ha sabido ganarse el respeto durante la campaña

03 may 2021 . Actualizado a las 10:07 h.

Mónica García (Madrid, 1974) era una gran desconocida fuera de los circuitos madrileños. Militante de Más Madrid, los focos de su partido se los llevaban Íñigo Errejón, Tania Sánchez o Pablo Gómez Perpinyá, su inseparable compañero de fatigas en la Asamblea de Madrid. Buceando un poco más en su pasado, un incidente con Isabel Díaz Ayuso —simuló dispararle con una pistola formada con sus dedos en un debate— la catapultó al mundo viral por unas horas. «Tengo un problema en los dedos», argumentó con escaso éxito para tapar el desafortunado gesto.

Pero el verdadero espaldarazo a la carrera política de Mónica García llegó hace apenas cincuenta días, cuando Pablo Iglesias anunciaba su salida del Gobierno para encabezar una lista de unidad de la izquierda en Madrid sin consultar con su antiguo aliado Errejón, ni con su partido. Tras unas horas de desconcierto, Mónica García tomó la palabra a la mañana siguiente para zanjar la cuestión con un educado pero contundente no que criticaba de forma poco velada el machismo del exvicepresidente del Gobierno: «Madrid no es una serie de Netflix. Llevo mucho tiempo trabajando para Madrid en los momentos más complicados desde la Asamblea. Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos, cuando hemos demostrado con creces que las mujeres sabemos frenar a la ultraderecha sin que nadie nos tutele», dijo a primera hora de aquel histórico 16 de marzo.

Muchos descubrieron entonces el carácter de una política a la que todos sus adversarios y compañeros reconocen como la más combativa en la Asamblea de Madrid en los últimos dos años. Casada con un alto ejecutivo de una multinacional y con piso en una de las zonas más caras de la capital, ha querido hacer la campaña de los problemas reales de los madrileños. Así, en medio del barullo del comunismo-fascismo-democracia-libertad que ha impregnado toda la campaña, a la aspirante de Más Madrid se le ha visto lanzar propuestas en casi todos los ámbitos, algunas más afortunadas que otras. García, que presume de médico —anestesista— en su cartel también tiene otros lunares. Por ejemplo, su furibunda oposición al hospital Zendal, al que el resto de partidos de izquierdas han reconocido como útil tras castigarlo con todo tipo de descalificaciones durante los meses de su construcción e incluso boicotearlo.

Hija de dos psiquiatras, madre de tres hijos, runner y esquiadora, amante de la fotografía y de las autocaravanas con las que asegura que ha descubierto muchos rincones de Galicia que le apasionan, fan de Arcade Fire y rostro de las Mareas Blancas madrileñas, García es la gran baza del partido de Errejón para consolidarse como la nueva izquierda española, a la izquierda del PSOE. «Me metí en política por la sensación de que las instituciones no nos representan y no están haciendo lo que tienen que hacer», reconoció cuando decidió dar un paso al frente. Ahora, su sueño es despertar a la izquierda madrileña en el 4M.