El presidente gallego, que no participará en la campaña madrileña, califica de «espectáculo» la utilización de la empresa pública, lamenta que Gabilondo se apunte al «populismo» de Iglesias y sugiere a la izquierda que apoye a Ayuso si quiere evitar a Vox
29 abr 2021 . Actualizado a las 19:01 h.
El presidente de la Xunta, que hasta ahora había pasado de puntillas por la campaña electoral madrileña, ha entrado de lleno en la polémica de la última semana a cuenta de la aparición de cartas amenazantes con objetos en su interior como balas o una navaja y dirigidas a algunos de los candidatos y otros cargos públicos. Para Alberto Núñez Feijoo, lo ocurrido ha sido un «espectáculo» en el que se está «utilizando a Correos», la empresa pública que él mismo dirigió antes de regresar a Galicia para ser conselleiro con Fraga. El líder gallego cree que este episodio requiere «unha explicación», alineándose con los sindicatos del servicio postal, que han pedido respuestas a la dirección del organismo público expresando su «extrañeza» por unos hechos que no se corresponden con los mecanismos de seguridad y fiabilidad con los que cuenta Correos.
«Fomos quen de detectar ántrax, como non imos detectar balas!», aseguró el dirigente autonómico haciendo mención a a su etapa al frente de la compañía. «Eu non imaxino unha carta no meu despacho con eses produtos, porque en Galicia Correos ten escáneres, e as cartas aos cargos públicos pasan por varios», afirmó.
En consecuencia, Feijoo cree que hay una candidata (por Isabel Díaz Ayuso) «facendo campaña, e outros tratando de mobilizar ao seu electorado». Antes de su conclusión, calificó de «lamentable» que un candidato «respectable» como Ángel Gabilondo haya caído en el «populismo» de Pablo Iglesias, y sugirió a los partidos izquierdas que si su objetivo es que Vox no entre en el Gobierno de la mano del PP que apoyen a la candidata popular para su investidura, un comentario que realizó atendiendo a los repartos de escaños de la mayoría de las encuestas. En todo caso, aseguró que todos los partidos que se presentan a las elecciones, incluso desde los extremos, «son democráticos», y corresponde a los ciudadanos votarlos o no, «esa é a grandeza do sistema».