Una filial de Al Qaida en Burkina Faso reivindica el asesinato de David Beriain y Roberto Fraile
ESPAÑA
Se trata del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM). Los cuerpos de los dos reporteros serán repatriados en un avión de Defensa este viernes
29 abr 2021 . Actualizado a las 13:50 h.El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), el grupo que ha reivindicado el asesinato de los dos periodistas, se creó en el 2017, a partir de una fusión de distintos grupúsculos islamistas que se habían activado en la región a raíz del conflicto del vecino país de Malí. Esa circunstancia dio lugar a lo que se ha denominado yihadización del bandidaje, ya que muchas de las partidas que se incorporaron a se dedicaban a la delincuencia. La unión de todas las ramas se realizó bajo el paraguas del Al-Qaida para el Magreb Islámico. Este grupo terrorista es el más poderoso de la región y consiguió imponerse al Estado Islámico (EI).
JNIM comenzó a operar hace tres años en la zona de la reserva natural de Pama, donde se ha producido el asesinato de Beriain y Fraile. El grupo terrorista intentó implantar la sharia -ley islámica- en el área. En especial, en las inmediaciones de varias minas de oro que se encuentran en el territorio y en las que han perseguido las tendencias occidentales en el vestir, el consumo de alcohol y la prostitución.
Con anterioridad, el grupo había protagonizado una serie de ataques que habían costado la vida a más de 700 personas, según datos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. Entre sus objetivos se encuentra de manera preferente las fuerzas de seguridad, las iglesias cristianas y los intereses franceses. En noviembre del 2019, los miembros de JNIM asesinaron a 37 empleados de una empresa minera canadiense. A finales de ese año también acabaron con la vida de 14 personas en una iglesia protestante.
La región tiene una presencia militar española importante, delegada en las actuaciones de los Grupos de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil. Estas unidades antiterroristas del instituto armado, creadas para hacer frente al terrorismo de ETA, están desplegadas en Malí tanto para formar unidades similares en las policías locales como para luchar contra las partidas terroristas.
Ataque a fuerzas españolas
El contingente del Ejército español desplegado en Malí fue también víctima de ataques por parte del JNIM. El 24 de febrero del 2019, las tropas neutralizaron un ataque con dos coches bomba tripulados por terroristas suicidas.
António Guterres condena el asesinato
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado «enérgicamente» el asesinato de los periodistas españoles David Beriáin y Roberto Fraile en Burkina Faso. El viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, ha manifestado que Guterres ha expresado «su pésame a las familias de las víctimas», así como a los gobiernos de Burkina Faso, Irlanda y España.
Asimismo, ha subrayado que el secretario general ha demandado a las autoridades «que identifiquen rápidamente y lleven a los perpetradores ante la justicia».
Exteriores espera que los cuerpos de Beriain y Fraile lleguen este viernes a España
«Máxima prioridad». Esa es la consigna con la que el Gobierno está gestionando la repatriación de los cuerpos de David Beriain y Roberto Fraile. El Ejército del Aire tiene preparado un avión para viajar en cualquier momento a Uagadugú, la capital del país, donde el martes por la noche llegaron los cadáveres, aunque la operación solo se llevará a cabo una vez que el Ministerio de Exteriores considere que todo está en regla.
«Si todo va bien, previsiblemente el vuelo llegará el viernes por la mañana a Torrejón de Ardoz (Madrid)», explicaron a este periódico fuentes diplomáticas. En el aparato también será repatriado el ciudadano irlandés Rory Young, presidente de la oenegé Wildlife, que murió en la misma emboscada.
Autopsia
Un portavoz de Defensa confirmó que este miércoles se inició la autopsia en el anatómico-forense de la capital burkinesa, un trámite que no estará listo hasta Este jueves. La número dos de la embajada española en Bamako (Malí), país vecino de cuyos servicios consulares también depende Burkina Faso, se desplazó este martes a la ciudad para ponerse al cargo del operativo y agilizar los trámites burocráticos.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, en todo momento, están manteniendo a la familia de las víctimas puntualmente informadas de todas las gestiones que se realizan «tanto desde la embajada como desde el Gobierno», aseguran. El director general de Asuntos Consulares, Juan Duarte, reconoció este miércoles en el Canal 24 horas que «la gestión ha sido muy complicada» y que ha resultado «difícil» trasladar los dos cuerpos desde el lugar en el que se produjo su muerte. «Pero ahora estamos en el buen camino», añadió.
Actos de homenaje
Este miércoles se vivieron escenas de dolor y actos de homenaje en todo el país. Artajona, localidad navarra natal de Beriain, declaró tres días de luto oficial. En la Universidad de Navarra, en cuya Facultad de Comunicación estudió el excorreseponsal de guerra de La Voz, se guardó un minuto de silencio. Un ritual que se repitió en Salamanca, donde residía Fraile.
En la sede de central de La Voz de Galicia en Sabón (Arteixo), en un acto de homenaje convocado por el comité de empresa, los trabajadores guardaron un minuto de silencio en recuerdo de su antiguo compañero, David Beriain, y de Roberto Fraile.
«Comunicar sin juzgar a las personas»
Miguel Angel Alfonso / Daniel Roldán
El asesinato del periodista David Beriain y el cámara Roberto Fraile ha supuesto un duro golpe en el mundo del periodismo. Conocidos y queridos por muchos de sus compañeros, todos coinciden en destacar su valentía y rigor hasta el último momento. Cuando fueron atacados, precisamente se encontraban grabando un documental sobre la caza furtiva que azota Burkina Faso.
El periodista irunés Jon Sistiaga, que compartió muchos momentos y coberturas en el extranjero junto a Beriain, fue el primero que le ofreció un contrato para trabajar en televisión, en Reporteros Cuatro. «Yo conocí a David en Irak, él entonces era un redactor que trabajaba para La Voz de Galicia y lo fiché», recuerda.
Pese al peligro que conllevaban los trabajos y reportajes que realizó, desde la selva asiática, en la que localizó a los Hmogn, el ejército perdido de la CIA, hasta Sudamérica para infiltrarse en la guarida de las FARC, Sistiaga lo define como «una persona muy sensata, que pensaba que correr determinados riesgos merece la pena para dar voz a los que no la tienen». «Era muy cabezón, como buen navarro de Artajona», remacha.
«Amaba contagiar el periodismo a los demás», recalca Miguel Ángel Jimeno, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde Beriáin estudió entre 1995 y 1999.
Su compañero en mil batallas también destaca el estilo propio que adquirió Beriain en su carrera: «Él inventó un término, periodismo inmersivo, que recuerdo haber discutido mucho con él. Era un periodismo que costaba mucho hacer, había que meterse dos meses en una selva para contactar con un comandante de las FARC o con el cartel de Sinaloa, un periodismo muy complicado. Pero él creía en ello y lo persiguió toda su vida, además llegó vivir de ello».
«Tenía la idea de que cualquier persona, con el perfil más siniestro, puede tener una historia relevante que contar al resto del mundo», destaca Ramón Salaverria, amigo y profesor de Beriain que, junto a cientos de personas, guardó un minuto de silencio en la explanda de su facultad en homenaje a los dos periodistas fallecidos. «Ha muerto en acto de servicio y cumpliendo su deber», añadió Avelino Amoedo, también profesor de la facultad y que valora «su gran capacidad de comunicar, de llegar al fondo de las personas sin juzgarlas».
«Era un gran escuchador»
En lo personal, Sistiaga apunta que Beriain «era un tipo muy entrañable, era un grandullón con cara de niño, sonrisa apacible y un tono de voz que generaba confianza automáticamente. Era un gran escuchador, algo muy importante en el periodismo». «Él entendió, cuando estábamos en las ruinas de Bagdad, o en las llanuras de Afganistán, que lo importante no es ser el primero en contar las cosas. Aquella época de las grandes exclusivas ya se perdió, lo importante era ser el mejor y eso requiere tiempo. David era muy preciso en eso», señala Sistiaga.
Esa cualidad, la de atender a las explicaciones de los demás, sorprendió gratamente a sus compañeros de carrera hace casi dos años cuando se reunieron para celebrar los veinte años de la promoción. Beriáin y Fernando Bernacer llegaron los primeros. «David, no sé si te acuerdas de mí», fue la frase de este último. Había perdido el contacto con el reportero desde que salieron de las aulas pamplonesas. No hubo dudas. Enseguida le reconoció y comenzaron a hablar. Llegaron el resto de los invitados, se pusieron al día. «Él era el reportero de guerra afamado y premiado, el que tenía que sentar cátedra a los demás y qué va, todo lo contrario. Nos escuchaba a todos con atención. Y luego, claro, él contaba sus anécdotas», recuerda el periodista de Radio Castilla-La Mancha.
En su pueblo, tabién se preocupaba por el día a día de los demás. Preguntaba y preguntaba. «Nunca perdió su vínculo con el pueblo. Era su pequeña patria», recuerda Gabriel González, artajonés y periodista como Beirain, que también destaca una de sus cualidades: su tenacidad. De pequeño, «sin ser muy futbolero», se empeñó en ser el lateral derecho del equipo de la localidad de 1.500 habitantes. «Lo hizo», rememora el redactor de Diario de Navarra.
Beriáin y Bernacer coincidieron mucho por la cercanía alfabética. Acababan siempre en los mismos grupos de trabajo. Pero eran muy diferentes. O, mejor dicho, el navarro era distinto al resto. «Era mucho más maduro», coinciden el periodista toledano y Fernando Ciordia, compañero de promoción y que ahora trabaja en Diario de Navarra. A los 18 años, todos demostraban las dudas que tenían propias de la edad, las inseguridades de cualquier universitario novato en sus primeros días de contacto con su nuevo hábitat.
«Tenía clarísimo lo que quería hacer. Era un idealista de este oficio», señala Ciordia. «Parecía corresponsal de guerra desde el principio», añade Luismi Cámara, periodista de La Rioja. «El resto copiábamos todo lo que decía el profesor. Él solo escribía cuatro cosas y levantaba la mano para preguntar», añade Bernacer, al que Beriain le llevó a una fiesta en un piso de estudiantes para que tocase con su guitarra canciones de Nacho Vegas y Ojalá, de Silvio Rodríguez. su preferida. También recuerda que solo le vió alterado una vez, en Atenas, en el viaje de fin de curso, porque creía que le estaban intentando timar. «Se levantó, tiró los billetes... era el viaje de fin de curso», recuerda con cariño Bernacer. No pasó nada. Solo sonrisas.